11. Un día viernes

10K 569 41
                                    

Viernes al fin

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Viernes al fin. La semana transcurrió rápido y por fin terminaron los exámenes del mes. ¿Lo mejor? el lunes el profesor de geometría le restó importancia al asunto sin antes volver a felicitarnos por el excelente trabajo. Gerard no ha vuelto a molestar y la hemos pasado los cinco tranquilos sin exámenes.

Me subo al carro de Mathias y me decido a preguntarle.

—Mathias —llamo su atencion. Me responde con un "ajám" de garganta para que continúe—. Es solo una pregunta, no significa nada. Así que no saques conclusiones, que es solo para informarme —este me mira, arquea una ceja y vuelve la vista al camino.

—Con qué saldrás ahora. Habla.

—¿Cómo sabes cuándo te gusta alguien?

—Buena pregunta. Yo creo que comienzas a pensar más en esa persona, te agrada pasar tiempo con él, te pones celosa cuando alguna chica se le acerca y...

—¿Y si apenas lo conoces de hace un mes? —Lo interrumpo.

—Bueno, deberías pasar más tiempo con Tyler para ver si te gusta o no.

—¡Hey! Yo nunca dije nada. Es solo una pregunta general.

—Ya —ruedo los ojos y subo la música.

No me gusta Tyler. Lo encuentro una persona muy agradable, atractiva y me hace sentir bien, pero no me gusta. Era solo una duda, ya que tuve un sueño en donde nos besábamos. Pero nada más.

Me siento con mi bandeja llena de carne junto a Sebastian, quedando frente a la chica que hasta el momento, se ha vuelto mi mejor amiga

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Me siento con mi bandeja llena de carne junto a Sebastian, quedando frente a la chica que hasta el momento, se ha vuelto mi mejor amiga. Emily levanta la mirada y me sonríe. Se la devuelvo.

—Opino que debemos juntarnos hoy para celebrar que terminamos los exámenes y reponer los dos viernes que no hemos hecho nada divertido —Dice Mathias de la nada—. Como siempre, yo pongo la casa.

—¡Por fiiin! —Kira levanta las manos hacia arriba, fingiendo una alabanza.

—Perfecto, yo llevo los líquidos y si quieren preparo bebidas y de mis salsas para acompañar la comida —ofrece Emily.

—Y yo, puedo llevar los juegos y un poco de comida, como las frituras —dice Sebas.

—Yo también llevaré frituras, y los micrófonos para el karaoke —Agrega Kira.

—¿Y tú? —Me pregunta Mathias, yo solo lo miro sin entender— ¿qué llevarás tú? Puedes llevar algún dulce, no sé, un kuchen o pie, tú puedes elegir.

—¿También puedo ir? —pregunto y todos los de la mesa sueltan una pequeña risa y me sonríen.

—Claro —Dice Emily.

—Ya eres parte del grupo —Le sigue el rubio.

—Emm, sí. Yo llevaré algún dulce. Gracias chicos —me regalan las más sinceras sonrisas y Sebas comienza a hablar de cómo Gerard -su rata- metió su cabeza a un vaso de vidrio, el cual tuvieron que romper para sacarla.

Nos reímos bastante con su historia y luego Mathias empieza a contar una anécdota que le sucedió de visita a su abuela el fin de semana. Estoy muy contento y me siento muy cómodo donde estoy. Me encanta poder conversar tranquilamente y reírme con mis amigos de sus locas historias.

Miro a Emily reírse de alguna locura que dijo Sebastian, y observo como sus hermosos ojos color esmeralda se forman una diminuta línea reír lo que causa, de alguna forma, que me sienta feliz.

Me encanta la alegría que ella transmite. Y siendo lobo, no solo la transmite con sus sonrisas, sino que logro sentirla feliz con solo tenerla cerca. Me gusta ese sentimiento, me gusta pensar que si no me hubiese disculpado, quizás nunca tendría a los amigos que tengo ahora. No me arrepiento de nada. Incluso a veces agradezco a Gerard haberme molestado, y así haber hecho que Emily se acercara a mí y me defendiera de la manera en que ella lo sabe hacer para hacerme sentir mejor.

Esta vez fui a visitar a mi madre al cementerio del pueblo apenas salí del instituto, para así poder juntarme más tarde con mis amigos. Me arreglo un poco y paso a una pastelería cercana para comprar un pie de limón que espero les guste a todos.

Toco el timbre de la casa de Mathias -la cual no me costó llegar, dado que es vecino de Emily- y una alegre Kira me abre y me invita a pasar.

Apenas entro, escucho una música bastante agradable para mi gusto. Camino hacia la sala donde ya estaban todos bebiendo refrescos, la mesa estaba llena de frituras con alguna que otra salsa, y veo como Sebastian lanza unos dados que caen en una tabla de ludo.

—Emm... traje pie de limón —Levanto la bolsa y todos levantan la mirada hacia mí, haciendo que me avergüence un poco.

—Diste en el blanco. A todos nos gusta —me dice Mathias—. Lo puedes ir a dejar a la cocina. Esta por ahí.

Me dirijo a donde me indicó y lo guardo en la nevera, ya que aunque sean las seis de la tarde, hace bastante calor.

Salgo de la cocina y me sorprendo al ver que Kira conectaba unos micrófonos al televisor, mientras que Emily guardaba el juego que utilizaban antes.

—Llegas justo a la hora del karaoke —Me dice la chica agitando los aparatos en sus manos.

—Wow, estoy sorprendido por tanta producción.

—Así es Tyler. Vas a tener que acostumbrarte si te juntas con nosotros —se me acerca Sebas y me tiende un vaso de zumo de naranja con granadina.    

Tu secreto descubierto [#TSD1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora