Emily, una joven alegre, curiosa y extrovertida.
Tyler, un chico timido, con una forma de ser bastante misteriosa.
Ella no se dará por vencida hasta saber el secreto que provoca que el chico sea de esa forma. Y de paso, intentará hacer cambiar esa...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Miro por millonésima vez mi atuendo. El vestido granate de Kira me queda a la perfección y resalta bastante mi cintura. Que hablar del escote, yo no me sentía muy cómoda con él, pero mi amiga insistió tanto que accedí y me terminó convenciendo cuando me lo probé.
Paso mis manos por la suave tela, luego por mi cabello y finalmente busco mis tacones negros para ponernos y voy por el pequeño bolso del mismo color.
Escucho el timbre y me apresuro a bajar las escaleras con estos gigantes e incómodos tacones. Definitivamente lo mío son las zapatillas.
-¡Yo papá! tú no. Yo voy, bajando voy, no abras tú, es para mí -grito nerviosa mientras intento bajar las escaleras.
Abro la puerta y encuentro a Tyler con un hermoso ramo de rosas rojas. Miro detrás de estas y me doy cuenta de lo guapo que se ve con traje.
-Gracias -digo cuando recibo las flores- te vez muy bien. Ven, pasa -me hago a un lado y le hago una seña para que avance.
Cierro la puerta detrás de él. Y lo hago pasar a la sala.
-Tú también te vez muy bien -dice y me da una mirada completa, deteniéndose un poco más en mi escote y me sonrojo-. Demasiado diría yo.
Nos sentamos en el sofá y nos miramos por un momento.
-Aún quedan dos horas. Nos podemos ir en una hora y media más y llegamos puntual.
-Andy me prestó su carro, por lo que no tendremos problema -confirma mis suposiciones.
-Que bien que tengamos tiempo -llega mi padre aplaudiendo escandalosamente y sentándose en medio de ambos.
-Papá no...
-Y dime, Tyler -me interrumpe y carga la voz cuando nombra al chico-. ¿Qué intenciones tienes con mi hija?
-Las mejores, señor Johnson. Lo único que quiero es que sea feliz -le responde y me sonrojo no esperando esa respuesta.
-¿Bueno vamos? -Intento interrumpir la incómoda conversación-. Papá, debemos llegar antes para conseguir lugar.
-Acabas de decir que queda una hora y media. Además, las entradas de los recitales tienen número -se defiende- ¿acaso querían esperar con besitos y caricias?
-¡Mamá! -intento buscar ayuda, mientras Tyler solo ríe de la situación. Mi progenitora aparece por el marco de la sala y se alegra cuando ve a mi cita.
-Tyler cariño, qué guapo te vez.
Si, sí. Lo mismo dije ma, ahora ayúdame a sacar a papá de aquí. Le hago una señal hacia mi padre y comprende todo, sabiendo lo celoso que puede llegar a ser con los chicos que salgo.
-Amor, ¿me ayudas en algo por favor? -le dice esta y el solo la mira- Ahora.
Mi papá asiente entre regaños silenciosos y nos deja solos. Mamá me da un guiño antes de salir de la habitación.