10. Mejor calificación

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Dejo la maqueta con cuidado en mi mesa y me siento a esperar a Emily para la clase de geometría

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Dejo la maqueta con cuidado en mi mesa y me siento a esperar a Emily para la clase de geometría. Debo admitir que tiene un gran don con las manualidades, ya que hizo gran parte del trabajo ella sola.

Cruza la puerta y puedo ver que me mira extrañada.

—Te estábamos esperando afuera. Recuerda que eres parte del grupo.

—Lo sé, es solo que... No lo sé.

—Qué bueno que no se te olvidó —Dice refiriéndose a nuestro trabajo.

—Por supuesto que no.

Emily se sienta junto a mí en el primer puesto y el profesor llega. Comienza a nombrar los grupos y cada uno de ellos lleva la maqueta que le correspondía. Algunas eran hermosas y otras... diferentes.

—Señorita Johnson y señor Miller —Nos llama. Mi compañera la toma y la lleva hacia su escritorio. Yo la sigo y me paro a su lado, haciendo evidente nuestras diferencias de estatura.

El docente se queda viéndola por un largo rato, desde diferentes ángulos. Asiente y le hace un poco presión para ver el soporte.

—Está perfecta. Nunca creí que alumnos de esta clase pudieran hacer algo tan increíble. Está bastante profesional. Felicitaciones, tienen la calificación más alta.

Escucho a Emily chillar de emoción a mi lado lo cual me causa ternura y gracia. Puedo sentir su felicidad.

—¿Podrían llevarla a la sala de profesores al descanso? Me gustaría usarla de ejemplo para mis demás cursos —asentimos y nos vamos a sentar con ella, para que siga revisando otras.

—¿Viste? Sabía que estaba perfecta —dice Emily aún contenta.

—Sí, hicimos un gran trabajo —asiente y me estira su mano para hacer un saludo de puños, el cual respondo.

(...)

—Y aquí al fondo a la derecha —señala Kira el siguiente pasillo.

Al salir de la sala junto a Emily, nos encontramos a mis nuevos amigos, le contamos lo sucedido y ahora estábamos todos llevando la maqueta a la sala de profesores.

Lo que pasó luego fue tan rápido, que ni yo ni mis reflejos de lobo pudieron detener.

Gerard pasa por nuestro lado y con su codo tira a propósito la maqueta de mis brazos. Yo solo la observo destrozada en el suelo y siento como la sangre me empieza a hervir.

—¡Gerard! ¡Ahora sí que te has pasado, idiota! —Oigo a Emily.

—Tú recogerás esto —Le grita Sebastian.

Yo sin moverme aún, sigo mirando furioso el perfecto trabajo destrozado.

—Hey. Tyler, amigo —habla Mathias.

Cierro los ojos con fuerza y me asusto al sentir una pequeña punzada en la punta de los dedos. Miro mis manos y guardo rápidamente mis garras en los bolsillos de mi chaqueta para que nadie las vea. Comienzo a caminar de prisa al baño del instituto para calmarme, con la mirada abajo por si mis ojos comenzaban a brillar.

—¡Tyler! —Oigo a Emily. Su voz logra calmarme pero no lo suficiente, así que continúo con mi camino acelerando un poco.

Entro al baño y luego me encierro en un retrete para respirar hondo y pensar en otra cosa que no sea lo sucedido recientemente.

Veo como el carro de enfrente comienza a disminuir su velocidad. No dejaré que el primer viaje en moto de Emily sea aburrido.

Tomo impulso y en un rápido pero cuidadoso movimiento, adelanto al carro. La chica sentada detrás da un brinco y se aferra más a mí.

Siento su emoción y miedo del momento, y me encanta. Suelto una pequeña carcajada por su reacción y luego suelta su agarre para mantenerlo como lo tenía antes.

Sonrío con el recuerdo y miro mis dedos. Las garras habían desaparecido.

Saco el celular del bolsillo trasero de mi pantalón y reflejo mis ojos. Nada de brillo, perfecto.

—Tyler ¿Estás aquí? —Escucho como Mathias entra al baño.

Abro la puerta del retrete y salgo. Mathias me mira y se acerca preocupado. Realmente es un buen amigo.

—¿Estás bien? —posa una mano en mi hombro.

—Sí, solo me dio mucha rabia Gerard y suelo ser muy impulsivo a veces. No me hubiese gustado haber reaccionado de mala manera, así que me vine a calmar —excuso mi escapada.

—Al baño —dice poco convencido. Me encojo de hombros—. Vamos, nos esperan —asiento y lo sigo fuera.

Llegamos con nuestros amigos que ahora se encontraban botando el último trozo esparcido en el suelo a un tarro de basura cercano. Emily se me acerca al vernos llegar.

—¿Estás mejor? —Asiento regalándole una sonrisa agradecido de su preocupación—. Sabes, el maestro ya nos colocó la calificación y esto de traerla para enseñarla era solo un favor que nos pidió, por lo que no era obligatorio. Podemos hablar con él y de seguro nos perdona.

—Si —suelto un suspiro.

Siento como un brazo se posa en mis hombros. —Calma amigo, es solo una maqueta. No es para ponerse de esa manera —Me anima Sebas.

—Ya habrán más ocasiones para golpear a Gerard —le sigue Emily sacándome una risilla.    

Tu secreto descubierto [#TSD1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora