Epílogo

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Dos meses después...

DAMIÁN

-Es una linda bebé. -declaró Sam, quien estaba a mi lado.

Juro por Dios que el hombre estaba envuelto alrededor del dedo pequeño de mi hija. Aunque, seamos honestos, ¿quién no lo estaba?

Todos estábamos reunidos en el patio de mi casa disfrutando de un día hermoso, con familiares y amigos. Risas se escuchaban de algunas partes, conversaciones en otras.

Miré hacia Mya, quien estaba agarrando él dedo de Sam y haciendo sonidos felices de bebés, distraída por los tatuajes del hombre, justamente como hacía con los míos.

-Totalmente hermosa.

-Y tengo la ligera sensación de que cuando crezca y empiece a tener citas le harán pasar un mal rato. -habló Skylar, situándose a lado de Sam.

Fruncí el ceño hacia la mujer.

-No habrá citas para mi bebé. -Joder, claro que no. Miré de mala manera a Skylar. -Nunca tendrá citas. -Confirmé, lo que provocó su risa mientras se alejaba de nosotros.

ALYSHA

Miré a Damián, quien estaba enfocado en una conversación con Sam. Ambos hombres se veían serios y de vez en cuando miraban a Mya. Me acerqué a ellos.

-...nadie va a tocar a mi bebé, no me interesa cuántos años tenga. Y si en algún momento cree que puede tener citas, estará equivocada.

-Mhmm...cariño, no creo que debas de preocuparte por eso ahora. -Dije algo divertida.

-Nunca está demás empezar a planear lo que haremos a cada bastardo que piense que puede acercarse a mi ahijada. -Sam habló con mucho orgullo.

Joder, hablando de hombres alfa.

Sam iba agregar algo más, pero su teléfono llamó su atención y se disculpó antes de alejarse. Mamá se acercó y tomó a Mya de los brazos de Damián, antes de llevársela donde estaba Noah, murmurando algo a la niña.

Me giré hacia Damián y besé su ceño fruncido. Traté de cambiar de tema.

-¿Te diviertes? -Gruñó y me acerco a él pasando un brazo por mi cintura.

-Me divertiría más si estuviéramos en la cama. -bajó su boca a mi cuello, y llegó hasta mi oreja donde mordisqueó. -Ya sabes, haciendo cosas malas.

Puse una mano en su pecho, alejándolo para ver su rostro. Y en ese momento todos los sentimientos que tenía por este hombre me golpearon duro, como siempre hacían cada vez que esos hermosos ojos me miraban con amor.

-Te amo. -dije, acercando mis labios a los de él. Él sonrió y besé su sonrisa.

-También te amo, cariño. Pero si tratas de distraerme de la conversación que estábamos teniendo antes, debo advertirte que no dejaré a nadie acercarse a mi bebé.

Gemí. Otra vez no.

-¿Qué vas hacer? ¿Matar a cada bastardo que se acerque a Mya? No voy a ir a sacarte de la carcel si te atrapan. -bromeé.

Pero era totalmente consciente de con quién estaba hablando. Él lo haría, y nadie sabría nunca nada.

-Entonces creo que fue una buena cosa que te quedaras embarazada de un mafioso.


Nota: Nos vemos en Casada con un mafioso

Embarazada de un mafiosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora