Me monté en el coche con Zayn. En el camino estuvimos hablando, pero yo estaba como ausente ya que no dejaba de pensar en Liam y en lo raro que estaba.
Fuimos a cenar a un sitio que no conocía aunque era bastante bonito. Mientras cenábamos no parábamos de hablar y de reir. Zayn siempre fue un mi mejor amigo, pero aquella noche, no sé, lo empecé a ver como algo más. En fin, era encantador y muy cariñoso conmigo, y me gustaba estar con él, así que, tal vez podría surgir algo entre nosotros. Después de cenar, fuimos a pasear por el “Queen’s walk”
-Todo se ve muy hermoso ¿verdad? –dije apoyándome en la barandilla
-Si, aunque lo más hermoso aquí eres tu –dijo abrazándome por detrás
-Si, claro –dije riendo leve
-Es la verdad –dijo volteándome- eres preciosa –dijo acercándose
-Em… Zayn –dije con un poco de nerviosismo
-No digas nada –dijo susurrando- solo déjate llevar –me dijo rozando mis labios con los suyos
-Vale –dije y cerré los ojos para disfrutar de aquel lento beso
<< Vaya, Liam besa realmente bien. What???!!!!! Espera, ¿Liam? NO!! Estoy con Zayn, no con Liam. Madre mia, ¿pero qué me está pasando? >>
-Te amo –me dijo Zayn separándose un poco y dejándome de piedra
-Em… -estaba en shock- joder, me has pillado desprevenida –dije mirando a otro lado
- ¿Tu me amas? –dijo cogiendo mi cara entre sus manos y obligándome a mirarlo
-No lo sé, tal vez, supongo que el tiempo lo dirá todo
-Soy capaz de esperarte, hasta que me ames como yo te amo a ti
-¿Y si no te llego a amar nunca?
-Me partirías el corazón, pero tendría que aprender a vivir con ello
-Zayn… -dije, me sentía muy mal conmigo misma
-oli, te he dicho que te amo, pero no te obligo a que me ames, estoy seguro que si no me amases nunca me dolería, pero me dolería más, que estuvieras conmigo, sabiendo que no eres feliz
-Dame tiempo para saber lo que siento –dije abrazándolo
-Todo el tiempo que necesites –dijo acariciándome el pelo
Seguimos charlando ignorando esta conversación. Para cuando quise darme cuenta ya eran las 01:23 de la madrugada así que le pedí a Zayn que me llevase a mi casa.
Me despedí de él dándole un beso en la mejilla y bajé del coche. Fui a la puerta y la abrí cuidadosamente. Entre sin sacar ruido, y cerré la puerta sigilosamente ya que estaba segura de que todos deberían estar dormidos. Me di la vuelta y en mis ojos se fijaron dos hermosos ojos ambarinos que me miraban de manera penetrante.
-¿Qué horas son estas? –me preguntó Liam con firmeza
