Al día siguiente, me desperté, me di una ducha rápida y me vestí.
Bajé a la cocina y ahí estaba Liam desayunando. Me acerqué por la espalda.
-Buenos días –le dije y le besé la mejilla
-Buenos días –dijo dedicándome una sonrisa- ¿te preparo el desayuno? –preguntó levantándose
-¿Qué? –pregunté perpleja- ¿vas a cocinar para mí?
-Bueno, en realidad, mi definición de cocinar es chamuscar unas tostadas
-Pues que sean dos tostadas chamuscadas, es mejor que nada –dije sonriéndole de lado
-Muy bien, pues siéntate y reza para que no prenda fuego la tostadora –dijo apartando una silla de la mesa para que me sentara
-Menos mal que hay un extintor debajo del fregadero –dije con una pequeña risita mientras me sentaba
-Si, está ahí desde que sin querer le prendí fuego a ese trapo y casi arde la cocina –dijo metiendo dos rodajas de pan en la tostadora
-Te advertí de que no hay que dejar trapos cerca del fuego, pero tú, arre, más terco que una mula
-Ya lo sé, como tu dijiste me comporto como un crió –dijo riendo- ¿café?
-Si, por favor –dije y Liam se dirigió a un armario que se encontraba un poco alto y tuvo que estirarse para alcanzar el bote de café, y eso hizo que le subiera un poco la remera
<< ¡Por Dios! ¡Como le quedan esos Levi’s!>>
-¿Puedo saber que miras? –me preguntó y desvié la mirada a sus ojos
-Em… nada –dije nerviosa volteándome y dándole la espalda
-¿No estarías mirándome el **** verdad? –preguntó poniendo en marcha la cafetera
-¿Qué? ¡No, no que va! –dije aun más nerviosa- estaba mirando… la marca de tus pantalones –dije suspirando una vez de haberlo dicho
-Si, seguro –dijo sonriendo con una mirada pervertida y me enrojecí
Después de desayunar nos montamos en el coche di Liam y me llevó a mi instituto.
-Te veré después –dije besándole la mejilla y cogiendo mi mochila
-Adiós linda
Salí del coche y me despedí de Liam con la mano. Entré en el edificio y vi a Naty metiendo libros en su taquilla.
-Buenos días –la saludé
-Buenos días –me sonrió- ¿dónde te has metido todo el fin de semana?
-He estado en casa
-¿Sola? –preguntó mirándome rara
-Bueno, en realidad, he estado con Liam
-¿Con Liam?¿Todo el fin de semana? –dijo abriendo mucho los ojos- chica, que suerte tienes…
-¿Por qué?
-¿Cómo que, por qué? ¿Tu has visto el cuerpazo que tiene?
-Hola chicas –dijo Monse acercándose a nosotras
-Hola Monse –le sonreí
-Hola petisa –la saludó Naty
-¿Quieres dejar de llamarla petisa? Solo es un par de centímetros más baja que tu–dije un poco harta
-Tranquila olivia no me molesta, ¿de qué estabais hablando?
-De Liam –contesté
-Argggg tiene un cuerpazo –dijo mordiéndose el labio
-¿De quién hablan chicas? –preguntó alguien detrás de mi
-Hola Zayn –dije sonriéndole
-Hola linda –me devolvió la sonrisa
-Bueno… nosotras nos vamos –dijo Monse cogiendo a Naty del brazo y alejándose de nosotros
-Te he echado de menos el fin de semana –dijo agarrándome de la cintura y acercándome a le
-Y yo a ti –mentí acercándome y dándole un beso
<< Nada, no siento nada. Como si besase una piedra >>
-Tus labios saben tan bien –dijo sin casi apartarse
-No digas tonterías –dije sonrojándome un poco y apartándome
-Yo nunca digo tonterías –dijo volviendo a tomarme de la cintura y entonces sonó la campana de clase
-Tengo que ir a clase –dije apartándome y cogiendo la mochila que había dejado en el suelo
-Te veo después en la cafetería
-Claro –le sonreí- luego te veo –le di un corto beso y fui hacia mi clase
<< ¡Maldita sea! ¡Nada! No siento ni una pizquita de nada >>
Las clases pasaron bastante rápido, solamente me echaron una bronca por estar hablando con Naty en clase de francés. Cuando sonó la campana que finalizaba las clases, salí disparada hacia la salida. Tenía ganas de ver a Liam.
Y ahí lo vi, esperándome con una hermosa sonrisa en el rostro y con… ¿QUIÉN ES ESA?
