Habían pasado cuatro días desde que me puse enferma y Liam no se apartó de mi ni un segundo. Era un verdadero cielo.
Bueno, a lo que iba. Como ya estaba recuperada, aquella mañana me preparé para ir al instituto. Me duché y después fui a mi habitación a vestirme.
Bajé a la cocina. Me serví una taza de té y me senté a desayunar.
-Buenos días –me dijo Liam entrando en la cocina
-Buenos días –lo saludé
-¿Qué tal te encuentras? –preguntó parándose frente a mi
-Muy bien, gracias a que estuviste cuidándome –dije con una pequeña sonrisa
-Princesa, yo siempre estaré contigo para lo que necesites –dijo acariciándome la mejilla
-Gracias –dije con los ojos cerrados disfrutando de aquella caricia
-No me las des –dijo y me besó la mejilla suavemente
Cuando acabamos de desayunar nos subimos al auto de Liam y me llevó al instituto. Bajé del auto.
-¿Te recojo luego? –preguntó asomando la cabeza por la ventanilla
-No, he quedado con Naty al salir de clase para ponerme al día con los deberes de clase
-Vale, entonces te veré en casa
-Claro –le dediqué una sonrisa- hasta luego
Me despedí de él y entré en el instituto. Fui por el pasillo hasta mi taquilla y lo abrí para coger algunos libros.
-Buenos días –dijo alguien detrás de mi y me volteé
-Hola Harry
-¿Ya te sientes mejor? –preguntó apoyándose con la espalda en las taquillas
-Si, oye, ¿Cómo es que no estás con besándote con María en alguna esquina?
-Tampoco somos inseparables –bufó
-Ya lo sé, pero es que se os ve tan bien juntos –cerré la taquilla- a veces me dais envidia de lo enamorados que se os ve
-Bueno no es para tanto. Además tu estás con Zayn, y se nota a kilómetros de distancia que te ama, y tu ¿le amas verdad?
-Em… yo… -suspiré- no lo sé, supongo que si, le quiero muchísimo
-Pero querer y amar no es lo mismo, querer a alguien es muy fácil, pero amar, eso es otra cosa –me miró con ternura- si amas a alguien lo sabes desde el primer momento
-¿Quieres decir, que no amo a Zayn?
-Eso solo lo puedes saber tu –en esas sonó el timbre que anunciaba el comienzo de las clases- tenemos que irnos, supongo que te veré a la hora de comer
-Si, claro –le sonreí- hasta luego –cogí mi mochila del suelo y fui a clase
A la hora del almuerzo me senté a comer con mis amigos. No paraba de mirar a Maríay a Harry, hacían una pareja tan hermosa. Zayn tomó mi mano con fuerza por debajo de la mesa y lo miré. Tenía en su cara una hermosa sonrisa que sin pensarlo le devolví.
Al acabar las clases Naty y yo fuimos a la biblioteca donde pasamos como hora y media más o menos.
<< ¡Solo cuatro malditos días! ¿Cómo podía tener tal montaña de trabajos atrasados? >>
Cuando ya conseguí ponerme al día con todo fui a casa. Estaba por abrir la puerta cuando me fije en que había un coche que no conocía aparcado frente la casa. No tenía idea de quien podría ser el dueño. Abrí la puerta y me pareció escuchar ruido proviniendo del salón. Fui y me llevé una desagradable sorpresa.
Encima del gran sofá se encontraban Liam y Dayana besándose con mucha pasión. Dayana estaba sentada en el regazo de Liam. Liam no llevaba puesta su remera y el vestido de Dayana estaba tirado por el suelo. Las lágrimas comenzaron a caer sin cesar por mis mejillas y salí corriendo del salón. Subí a mi habitación y cerré la puerta con seguro. Me senté apoyada en la puerta abrazando mis piernas con mis brazos. Cerré los ojos y empecé a llorar descontroladamente.
Pensaba que no la amaba. Creía que era solo un plan para ponerme celosa, era lo que pensaba y deseaba que fuera cierto. Pero me equivocaba, la amaba, de no ser así, ¿por qué iba a hacer el amor con ella?
Cuando la gente dice que no te das cuentas de lo que tienes hasta que lo pierdes, no exagera. Amaba a Liam, y lo sabía, pero no aproveché la oportunidad de estar con él cuando pude, y ahora él estaba con otra.
