-¡Dios mío, lo siento! –cerré la puerta y salí corriendo de las duchas- Por dios, por dios, por dios… -decía sin parar
-¡olivia espera! –gritó María saliendo de la ducha mientras se abrochaba la blusa
-Lo siento mucho no sabía que estaban… ya sabes –en esas salió Harry
-****a, te dije que nos descubrirían –le dijo María dándole una colleja
-¡Hey! No hace falta la violencia –se quejó Harry- además no te quejabas mientras te... –pero María le cortó
-¡Calla! No entres en detalles –le dijo
-Saben chicos, mejor yo me voy. Vosotros volved a entrad y acabad lo que habeis empezado
-No, no te vayas, además después de esto, no vamos a seguir -me dijo María
-¿Y por que no? -preguntó Harry un poco molesto
-¿Lo dices en serio? -preguntó mirandole con el ceño fruncido- ¡No vamos a seguir después de que nos hayan descuvierto!
-Vamos María, no seas mala además, creo que Harry necesita que le eches una mano -dije mirando el gran bulto en sus pantalones
-¡Oye, es mi novio, no lo mires así! -dijo María pegándome en el hombro
-Hey, la violencia la dejas para cuando estéis en plan masoquista -me quejé
-¿Qué? Ahora te vas a enterar -se me acercó peligrosamente pero Harry la tomo por la cintura
-Tranquila pequeña, no te enfades. Además, realmente no me vendría mal que me echases una mano -le dijo perversamente
-¿Ah si? Pues ahora confórmate con TU mano porque yo me voy a almorzar con mi amiga -me agarró del brazo y practicamente me arratró hasta la cafetería dejando a Harry solo con ese GRAN problema
Al acabar las clases salí, y Liam estaba esperandome como siempre.
-Hola mi amor -me tomó de la cintura y me atrajo a él
-Liam, pueden vernos -puse las manos en su pecho para separarme
-Vamos, solo un besito
-No
-Uno pequeñito
-No insistas
-Vamos, uno pequeñito pequeñito pequeñito -puse cara de cachorrito
-Bueno, si me miras así -me puse de puntillas y le besé la mejilla- ya está
-Vamos, eso no era un beso
-Si que lo era, otra cosa es que no haya sido donde querías -abrí la puerta del auto y entré. Liam hizo lo mismo
-Sabes, eres muy mala -arrancó el motor
-No te haces una idea -le susurré coquetamente
-No hables así que no me controlo -dijo conduciendo un poco nervioso
-No sé de que me hablas -dije inocentemente poniendo mi mano en su muslo
-Joder, ¿por qué me haces esto? -preguntó mordiéndose el labio
-Porque como has dicho, soy mala -dije y inevitablemente ambos estallamos en risas
Cuando llegamos a casa aparcó el auto. Me agarró del brazo y me llevó corriendo hasta dentro. Me acorralo contra la puerta y me beso con fiereza dejándome sin aliento.
-Wow, ¿y esto? -pregunté sintiendo como mi pecho subía y bajaba con velocidad
-Era para enseñarte lo que es un beso de verdad
-Pues ahora ya lo sé -le sonreí dulcemente
-¿Tienes planes para la tarde?
-Por ahora no, ¿y tu?
-Si, voy a llevar a mi novia a un sitio muy lindo
-¿Ah si? ¿Y a qué sitio vas a llevar a tu novia?
-Eso no lo puedo decir, lo que te puedo decir, es que mi querida novia debería estar cambiada con algo un poco ligero en unos quince minutos, o me iré sin ella
-Pues creo que tu novia, debería salir pitando a encontrar que ponerse
-Si, así que ya sabes que hacer -me sonrió
-Ahora vuelvo, no tardo nada -le devolví la sonrisa y subí corriendo a mi habitación