-Mi amor despierta –me susurró Liam al oído
-¿Qué hora es? –dije sin apartar mi cara de la almohada
-Las tres de la madrugada
-¿Qué? ¿Eres tonto o qué te pasa? Déjame dormir –me cubrí con las sabanas
-Nuestros padres están dormidos
-A las tres de la madrugada, no me extraña –me retiró la sabana de encima- joder, ¿Qué quieres?
-Que te pongas el bikini
-¿Qué? –pregunté confusa
-Quiero que te pongas el bikini y vayamos al jacuzzi
-¿A las tres de la mañana? –asintió- estás loco
-Tal vez un poco –rió bajito- anda, porfa, cambiate y nos vamos a bañar -insistió
-Dios, eres como un niño pequeño –me levanté de la cama y abrí la cómoda para sacar un bikini
-Ya sé que soy un niño, tu misma dijiste que tengo cinco añitos
-Genial, mi novio es un crío de cinco años –rodé los ojos
-¿Novio? –me abrazó por la cintura- No sabes lo bien que suena esa palabra de tus labios –me susurró al oído
-Bueno, es lo que somos ¿no? Novia y novio, digo –dije girándome y quedando frente a él
-Te amo, novia –dijo casi rozando mis labios
-Te amo, novio –dije y nos fundimos en un largo y dulce beso
Se fue para su habitación y yo me puse el primer bikini que encontré
-Estás preciosa –dijo Liam agarrándome por la cintura
-Gracias –le sonreí- vamos antes de que cojamos frío
-Vamos –me cogió de la mano y salimos
Fuimos al baño donde estaba el jacuzzi. Liam me dijo que entrara yo primera. Abrí la puerta y vi esto.
-Esta hermoso –dije
-Bueno, lo único que he hecho es poner velas
-Da igual, aun así esta precioso –cogi su cara entre mis manos y lo bese durante unos segundos
-Anda, vamos a meternos
-Vale –le sonreí
Ambos nos metimos en el jacuzzi.
-Que bien se está –dijo recostándome un poco
-Te quiero –le dije mirándolo con dulzura
-Ven aquí –dijo haciéndome un gesto
-Vale –me senté sobre sus piernas y rodeé su cuello con mis brazos
-También te quiero –dijo acariciándome la mejilla
Poco a poco nos fuimos acercando hasta que nos fundimos en un largo beso. Puso sus manos en mi cuello y me atrajo más hacia él. Era perfecto, pero en aquel momento me pareció escuchar el ruido de alguien caminando.
-Viene alguien –le advertí a Liam
-¿Y qué importa?
-¿Cómo? Estamos en el jacuzzi a las tres de la mañana con velas, ¿Cómo explicas eso?
-Em… vale, no sé –se escuchó alguien aproximándose a la puerta
-Sumérgete –le dije con urgencia
-¿Qué? –justo cuando se abrió la puerta lo agarré de los hombros y lo sumergí
-Hija, ¿qué haces en el jacuzzi? –preguntó mi madre
-Em… me apetecía meterme un rato
-¿A las tres de la mañana?
-Si, lo sé soy muy rara… -dije un poco nerviosa
-¿Y las velas?
-Ayudan a relajarse
<< No aguanto más, me voy a ahogar >> pensaba Liam
-Em… mama ¿podrías salir? Ahora mismo me voy para mi cuarto
-Esta bien, buenas noches hija –en el preciso momento en que salió del baño Liam sacó la cabeza
-Joder, creí que me iba a ahogar –dijo con la respiración entrecortada
-Lo siento, fue lo primero que se me ocurrió –lo miré preocupada- ¿estás bien?
-Lo estaré –recuperó la normalidad de su respiración- si haces algo
-¿El qué?
-Bésame –dijo casi susurrando. Me acerqué a él y lo bese lentamente mientras pasaba mis dedos por su cabello mojado
-¿Ya mejor? –pregunté con una pequeña sonrisa
-Mucho mejor –me devolvió la sonrisa- deberíamos irnos, antes de que tu madre vuelva
-Si, vamos
Salimos del jacuzzi y nos secamos. Fuimos a nuestras habitaciones sin sacar el mínimo ruido.
-Buenas noches –me susurró cuando estábamos frente la puerta de mi habitación
-Buenas noches –le di un corto beso y entré en mi habitación. Me tumbé sobre la cama sin haberme quitado el bikini y me quedé profundamente dormida
