Narra olivia
-La verdad, sí. Creo que tienes que darme algunas explicaciones –dije cruzándome de brazos
-Explicaciones ¿sobre qué?
-¿Qué es eso de que amenazabas a Zayn?
-¿Qué?
-No te hagas el tonto, lo estuviste amenazando y te pido una explicación –le dije ruda
-Haber, no lo estuve amenazando, solamente le dije que se anduviese con ojo o le daría una paliza
-¡A eso se le llama amenaza! –dije levantando los brazos
-Bueno, vale, no te enfades, tal vez lo amenacé pero tenía una razón
-¿Y cuál era? –dije firmemente
-Le dije que le daría una paliza si te hacía sentir mal, no quería que te hiciese sufrir –dijo acariciándome la mejilla
-Awwwww Ok, eso es un bonito gesto, pero aun así, no debiste hacerlo –dije con una pequeña sonrisa
-Vale, lo siento, ¿me perdonas? –me agarró de la cintura y me atrajo hacia él
-Claro que te perdono –dije aceptando su abrazo- oye, ¿has roto con Dayana?
-Si, le he dejado bien claro que no quiero nada con ella. ¿Y tú? ¿Has roto con Zayn?
-Si…
-¿Pero…?
-Digamos que más o menos… sabe lo nuestro… -esto último lo dije muy rápido para que no lo entendiera pero lo hizo
-¿Cómo? –preguntó abriendo mucho los ojos- ¿cómo se ha enterado?
-Digamos que se me escapó –me mordí el labio
-Haber si lo entiendo, dices que lo nuestro tienen que ser un secreto. Y ahora resulta que has sido tu quien lo ha contado –rodó los ojos
-Es que ha habido un malentendido y se lo he tenido que decir, pero me ha prometido que no se lo contará a nadie. Podemos confiar en él
-No sé yo…
-Vamos, es una buena persona, confía en él
-Bueno, okey confío en él, y ahora ¿vamos a casa? –preguntó abriendo la puerta del coche
-Vamos –me senté y cerré la puerta
Se sentó en el asiento de piloto y prendió el motor. Condujo hasta nuestra casa
-Por cierto, gracias por el regalito –dijo mientras salía de coche
-Bueno, tampoco me tomé muchas molestias eran de las precocinadas, pero pensé que serían mejores que la porquería que os dan –dije haciendo lo mismo
-Mucho mejores! Aunque casi no he comeido ninguna –dijo haciendo pucheros –mientras abría la puerta de la casa
-¿Por qué? –dije entrando y dejando mi mochila en el suelo
-Porque el caradura de Louis me los ha quitado y se ha zampado casi todas –me dijo cerrando la puerta y tirando su mochila al piso
-¡Oh *beep*! Pobrecito Louis, me tendría que haber acordado de hacer algo para él
-¿Cómo que pobrecito? ¿No me has oído? ¡Se ha comido casi toda mi comida!
-Eso es culpa tuya, tendrías que haber protegido tu comida
-¿Tengo que comportarme como un perro que no deja que nadie toque su comida?
-Bueno la cara de baboso lo dominas –dije cogiéndole la barbilla
-Oh, vale, ahora te vas a enterar –me agarro de la cintura y me echó en su hombro. Me echó sobre uno de los sillones del salón y se puso encima- ¿y ahora qué?
-Anda, quítate –dije riendo mientras intentaba quitarlo de encima con mis manos
-No, pídeme perdón –me agarró las muñecas y las puso encima de mi cabeza para que no me moviera
-Ni hablar –dije ya sin reír, fue un momento donde ambos nos quedamos mirándonos hasta que el dio el paso y me beso
Me soltó las manos y rodeé su cuello a la vez que el me tomaba de la cintura y me acercaba a él. El beso subió de tono y nuestras lenguas luchaban entre ellas entrelazándose. Quitó una de sus manos de mi cintura y se puso a acariciar uno de mis muslos. Empezó a subir su mano hasta meterla por dentro de la falda.
-No, no, para –dije quitándolo de encima con un poco de brusquedad
-Perdón, me he dejado llevar por el impulso, lo siento mucho –dijo bastante preocupado por mi repentina reacción
-Tranquilo, yo… no pasa nada –llevé mi mano a mi frente y noté que sudaba- me voy a mi habitación –me levanté pero Liam me agarró de la muñeca
-Lo siento mucho, me he dejado llevar –dijo arrepentido
-Tranquilo, no pasa nada –me senté en su regazo- pero no quiero que nos precipitemos, es que yo…
-Es que tu…
-Es que soy… dios que vergüenza –me tapé la cara con las manos
-¿Eres virgen? –dijo quitándome las manos para que lo mirara
-Si –dije con un hilo de voz- joder, que vergüenza –desvié mi mirada a otro lado
-¿Por qué? ¿Qué tiene de malo que seas virgen?
-No sé, es que tengo dieciséis, y todas mis amigas ya lo han hecho, y… no sé, me siento un poco como la rarita
-Escuchame –cogio mi rostro entre sus manos- no tiene nada de malo que seas virgen, no importa si tus amigas ya lo han hecho o no, lo importante eres tu, ¿entiendes? -asentí levemente- además, no sabes como me pone que seas virgen –dijo mordiéndose el labio
-¿Por qué?
-Porque que seas virgen significa, que este cuerpo jamás lo ha tocado nadie –me cogió de la cintura y me atrajo hacia él- significa que cuando estés preparada y lo hagamos, serás solo mía y de nadie más –dijo acariciando lentamente el brazo
-Te amo –dije mirándolo con ojos llenos de amor
-Y yo a ti –me atrajo hacia el y me beso lentamente