Volví a mirar el reloj de la pared 18:26 Esta bien, tenía que aceptar que Liam no iba a salir de su habitación. Podía decir lo que quisiera pero sabía que estaba enfadado, y yo me sentía mal conmigo misma, pero no podía hacer nada.
Acabé mi taza de té y fui a la cocina a dejarla en el fregadero. La puerta de casa se abrió y alguien entró.
-¿Hay alguien? –preguntó el padre de Liam cerrando la puerta
-En la cocina –grité
-Que raro que estés en casa, tu y Liam siempre estais fuera –dijo entrando en la cocina
-Bueno, hoy no tenía ganas de salir, y Liam está en su habitación –dije sin expresión alguna
-¿Estás bien?
-Si, ¿por qué lo preguntas? –sacudí la cabeza
-Porque no te ves contenta, te ves triste y preocupada
-Pues… no sé porque será
-Sabes, sé que no nos llevamos muy bien, bueno en realidad casi ni nos llevamos, pero si necesitas lo que sea, puedes contar conmigo –me quedé en silencio- bueno, me iré a mi habitación –se dirigió a la puerta
-La verdad hay algo que me preocupa un poco –se paró y me miró
-¿El qué? –se paró en frente mío
-¿Los chicos siempre se enfadan cuando les dices que no?
-¿A qué te refieres?
-Em… a sexo –susurré
-No te he oído, un poco más alto por favor
-A sexo –dije un poquito más alto
-Sigo sin oírte
-¡A sexo, joder! –dije levantando la voz y Robert empezó a reírse
-No grites, te había escuchado la primera vez
-¿Qué? Que malo eres –dije poniéndome de morros
-No pongas esa carita –me abrazó- ¿vamos al salón, si?
-Está bien
Fuimos al salón y nos sentamos en el gran sofá.
-Haber, cuéntame lo que te pasa –comenzó
-Verás es que yo, em… -me mordí el labio por la incomodidad de la situación
-Tranquila, respira hondo y habla –me tomó de la mano para darme apoyo
-Verás es que estoy con alguien, y pues estoy un poco preocupada, porque sé que el se enfada cuando yo le digo no a… tener relaciones
-Mira, no te preocupes. Es un chico y actuará así sin poder evitarlo. Los adolescentes no usan el cerebro, piensan con el pene –reí- Dime, ¿él te quiere?
-Creo que si, al menos, eso me dice y me parece
-¿Y tu le quieres?
-Más que a nadie en el mundo
-Entonces no te preocupes. Si realmente te quiere sabrá esperarte hasta que quieras hacerlo con él
-Gracias
-¿Por el consejo?
-No, bueno también –rectifiqué- hacía mucho tiempo que no sentía esto, me refiero a que echaba de mucho de menos, el tener una conversación con un padre
-olivia siempre me tendrás si me necesitas –me abrazó
-Te lo agradezco –me separé y me levanté- creo que me iré a mi habitación a echarme un rato
-Está bien –me sonrió- por cierto, ¿Cuándo nos presentarás a ese chico al que quieres tanto?
-Tal vez pronto –le sonreí y fui a mi habitación