Cállate Potter!! |Jily [JamesXLily]| Harry Potter (Miga)

Capítulo 7

JAMES

-¿Porqué siempre la cago? CON LO BIEN QUE NOS HABÍAMOS EMPEZADO A LLEVAR. Canuto ¿ahora que hago?- le pregunté.

- JAJAJAJA, fue genial- le solté una colleja- Por ahora nada, en parte era de esperar que se pusiera así, pero se le pasará enseguída.

-Vale- murmuré- ¿Metiste las bombas fétidas en el baúl?

-Por supuesto Cuernitos, ¿y tu los polvos pica-pica?

-Fue lo primero- respondí.

-JAAAAAMES, SIIIIRIUS- Mi madre gritaba- TENEMOS QUE IRNOS YA, PERDEREIS EL TREN.

- ¿Tienes el mapa y la capa de invisibilidad no?- preguntó mi amigo, asentí- entonces bajemos, no vayamos a llegar tarde.

YA EN LA ESTACIÓN

¡REMUS! ¡LUPIN! ¡LUNÁTICO!- Gritamos a la vez Sirius, Peter y yo cuando entramos en nuestro habitual compartimento del tren, donde Lunático nos esperaba leyendo un libro y como siempre comiendo chocolate.

- Hola chicos- sus ojos se notaban cansados, mañana sería luna llena y los chicos y yo le acompañaríamos. El año pasado, despues de cuatro años, conseguímos transformarnos en animagos. Peter es una rata, Sirius es un perro negro, y yo soy un gran ciervo; de ahí nuestros apodos, Lunático, Colagusano, Canuto y Cornamenta.

FLASH-BACK

2º Año- Noche de luna llena.

- ¿Donde crees que está Remus?- preguntó Sirius, los dos estábamos sentados en mi cama, acababamos de volver de la enfermería, Remus nos dijera que se encontraba mal y que pasaría la noche allí pero cuando fuimos bajo mi capa de invisibilidad a visitarle no estaba.

-Yo creo que a Remus le pasa algo, siempre una vez al mes desaparece diciendo que va a la "enfermería" porque se encuentra mal- comenté .

-Vayamos a la biblioteca- era raro que mi amigo dijera eso, pero tenía razón, podríamos encontrar algo; y así fue, pasamos horas a escondidas hasta que dimos con un libro.

HOMBRES LOBO, no nos convencía, no podía ser que nuestro mejor amigo fuera un licántropo, pero, igualmente lo leímos. Más tarde llegamos a una conclusión, nuestro amigo sufría todos los síntomas de la licantropía.

Esa noche no dormimos nada y cuando Remus volvió a la hora del desayuno, decidimos llevarlo a la habitación para hablar con el; le dimos chocolate y empezamos a contarle todo.

-Remus, tenemos que decirte algo- empecé.

-Sabemos lo de tu licantropía- susurró Sirius a mi lado. A nuestro amigo se le calló e chocolate de las manos y perdió el poco color que le quedaba.

-E-Entiendo si pensais que soy un monstruo y ya no quereis estar conmigo- murmuró evitando mirarnos.

-¿QUE? ESTAS LOCO! JAMAS- gritó Sirius

-Rem, somos idiotas, pero no tanto, estamos contigo en esto- dije- No eres ningún monstruo.

Fue cuestión de segundos, que nuestro amigo se relajara y sonriera; unas lágrimas calleron de sus ojos antes de que nos abrazara a los dos.

-Cuentanos Remusin, cuentanos todo, se acabaron los secretos.

-Cuando era pequeño, apenas tenía cuatro años, mi padre acusó a un hombre lobo, Fenrir Greyback de matar y morder a varios muggles; a modo de venganza el se coló en mi habitación mientras dormía y me mordió. Dos noches más tarde fue luna llena, mi primera transformación- Remus empezó a llorar- nunca he tenido ningún amigo, hasta el año pasado, cuando os conocí a vosotros, fuisteis lo mejor que me ha pasado en toda la vida. Nunca tuve amigos, no me solía relacionar con nadie, para evitar problemas; cuando cumplí los once años, el profesor Dumbledore se presentó en mi casa y convenció a mis padres para que fuera a estudiar a Hogwarts, mis padres no aceptaron, le contaron a Dumbledore que yo era un hombre lobo, pero resulta que el ya lo sabía y había montado un pasadizo que va desde el castillo hasta la casa de los gritos, donde podría transformarme sin problema de ser descubierto. Al final mis padres cedieron y desde entonces una vez al mes me cuelo dentro el sauce boxeador, los gritos que se escuchan en Hosmeade son realmente mis aullidos.