Sentimientos difusos.

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Un estruendo comenzó a formarse frente a los ojos de Nick y los míos. Alex estaba por los cielos, cargado por unos fornidos muchachos mientras que una pequeña multitud le gritaba unas felicitaciones que yo no comprendía. Kian y sus amigas se unieron.

Incluyéndola a ella.

El resto que no comprendía lo que ocurría miraban extrañados Alex quien por su parte colocó un puño en alto y comenzó a gritar emocionado y excesivamente feliz.

Luego comprendí un poco mejor los gritos; Alex había logrado entrar en su soñado equipo de futbol, los aclamados Lycans.

En vez de sentir satisfacción u orgullo, yo sentía unas nauseas terribles y, además de mi incomprensión, solo tenía ojos para Kiara.

Quería desgreñarla.

Una inevitable ira me recorría acompañada de la sensación de que una negrura cubría mi visión y de mi pecho hundiéndose hacia el suelo. Me costaba hasta respirar.

Ahí comprendí que en este instante, me estaba dando un ataque de pánico. Nick me miraba visiblemente preocupado por la forma en la que me costaba respirar.

-Nick...-logré decir ahogando mi voz.- sácame de aquí. Me está dando un ataque de pánico.

-¿Kels que pas...?

-¡Sácame de aquí!- volteé rogándole y con mis cejas uniéndose.

-Sí, sí, de acuerdo.- asintió con su cabeza mientras llevaba un brazo sobre mi hombro.

Nuevamente el sonido a mi alrededor era casi nulo. Todo era lejano, un eco, las voces. Me comenzaba a asustar e incomprendida mi situación. Adam llegó a nuestro lado, y al igual que Nick, extrañado, pero caminando a nuestro paso. Intercambiaron palabras pero no les presté atención.

Giré para ver nuevamente al pequeño grupo de personas celebrando y aun cargaban a Alex. El susodicho borró todo rastro de sonrisa al ver mi expresión hacia él. Su semblante se endureció e intentó hacer que lo soltaran pero todos seguían muy emocionados como para hacerle caso alguno.

Salimos al patio delantero y yo seguía sin escuchar absolutamente nada.

Millones de cosas atravesaban mi cabeza.

-¡Kels!- me trajeron de vuelta a la vida Nick y Adam al mismo tiempo.

El grito simplemente me altero más y me solté de ellos rápidamente para proceder a llevar ambas manos a mi cabeza y sentir como la sangre circulaba por todo mi rostro.

-¡¿Por qué rayos me pasa esto a mí!?- vociferé como toda una maniática.

-Kelsey ¿Qué paso?- Adam se acercó.

-¡Solamente a él se le ocurre pasearme a esa perra frente a mis narices!

Esos dos se miraron pidiéndose ayuda mutuamente.

-¡Me mintió! Sé que es importante pero no puede ser posible. Esta aquí, ella está aquí. Además de colocarme en peligro me miente y disfruta con la única mujer que en este momento no podría aborrecer más. ¡Que imbécil!

Adam tragó saliva.

-Nick, creo que deberíamos calmarla.

-¡No necesito calmarme, necesito comprender por qué Alex es un insensible, mentiroso y manipulador! Y les juro por todos mis estudios básicos que Fletcher tiene el perfil conductual de un psicópata. Me está volviendo loca.- murmuré esto último.

Nick apretó la mandíbula y con pesar se acercó a abrazarme.

-Te lo advertí.- suspiró apretándome en sus brazos.- Que porquería Kels. Entiéndelo, en él no se puede confiar.

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