ALFA KING

CAPÍTULO 15.- primer fragmento

—Es mejor que nos vayamos—dije golpeando suavemente su espalda para que se calme—. Le diré a Oliver que nos vamos.

—No ... no, estoy bien solo ... un poco—José no terminó de hablar porque acercó su cabeza al inodoro para vomitar.

Me aleje un poco de él para traerle algo de papel higiénico para que se limpie.

—No voy a volver a tomar—dijo limpiándose bastante fastidiado—. Se supone que mi condición de hombre lobo me hace más fuerte.

—Sigues siendo el mismo debilucho de siempre—sonreí al ver como fruncía el ceño —. Creo que ya no tienes más que votar en tu sistema, así que ya vámonos.

José camino hacia el lavado, pero se tambalea un poco.

—¿José?

El se desmayó, pero llegue a alcanzar para que no se golpeara en el piso, lo cargue rápidamente y lo saque del baño directo al box donde se encontraban los chicos.Todo estaba en silencio y todos miraban hacia la dirección donde iba.

¿Qué mierda está pasando aquí?

Cuando llegue no podía creer la bizarra situación que encontré, Oliver estaba en el suelo mientras Rosali le arrancaba los cabellos a una chica, Dylan le arrancaba los cabellos a Matt, Alan abrazaba fuerte a Lucy que se removía en sus brazos furiosa y Alex lloraba encima de Jaime.

¡Jaime!

Me acerque a él rápidamente recosté a José a su costado y sujete el rostro de Jaime viendo como estaba muy pálido y salía espuma de su boca.

Mierda.

Giré en dirección Oliver y pude darme cuenta de que también botaba espuma de la boca y estaba perdido.

Estaba muy enojado, demasiado enojado

Alex me miró asustado y retrocedió.

—¡Vasta!—grité y todos pararon lo que hacían para mirarme—. ¡Ustedes inútiles dejen de mirar y acérquense a ayudarnos!—les dije a los guardias que miraban expectantes—. Dylan suelta a Matt y ven a fijarte que tiene Jaime.

El me miró asustado y se acercó a Jaime.

—Por la diosa luna—dijo sacando rápidamente una pócima de su bolsillo y dándosela rápidamente—. Tenemos que llevarlos al hospital Jeremy.

***

—Hemos detenido al dueño del local que fue el mismo que sirvió las bebidas alcohólicas—dijo un joven vestido como los sirvientes del palacio—. También a las jóvenes que se le acercaron, pero lamento decirles que una de ellas escapó.

—¿Tú quién eres?—dije mirándolo extrañado.

—Lo siento su excelencia—dijo agachando la cabeza—. Soy Sulen, el nuevo secretario del rey.

—¿Eres secretario de Oliver?—lo miró escéptico—. No te había visto antes.

—El príncipe Alan no quería que nadie suplantara al difunto Ulises—dijo levantando la mirada—, y me amenazó con quemarme vivo si aceptaba el puesto, así que mi rey trabaja conmigo en secreto.