CAPÍTULO 24.- primer fragmento

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La ex reina peinaba con delicadeza la melena de su hija, siempre había amado eso. Pasar el cepillo por tan hermosa extensión de cabello suave y sano. Oliver y Evangeline habían heredado ese cabello platinado de su esposo y Lucy había heredado su rubio oscuro, aunque ella se empeñe en cubrir su color natural con colores tan extravagantes.

Podía ver que su hija se había vuelto muy bella, pero llevaba esa aura triste y ese gesto de dolor en el rostro que la eclipsaba.

—Liam es un amor —habló su madre sacándola del trance.

—Si ha crecido mucho —sonrió levemente—. Los niños ya están enormes.

—Gabriela y Bael también están preciosos —sonrió como toda una abuela orgullosa—. Bael físicamente puede ser la réplica exacta de su padre, pero es el niño mas dulce y tierno que he conocido, me hace recordar mucho a mi Oliver de pequeño.

—En cambio Gabriela —suspiro Evangeline—. ¡Es tremenda!, es claramente la hija de Alan.

—Alan ama mucho a Lucy —su madre empezó a trenzar su cabello—. La forma en la que mira a Lucy como si fuera lo más valioso de este mundo, la forma en cómo cuida a sus hijos, realmente me hace feliz que tu hermana lo tenga como mate.

Evangeline escondió su risa, si su mama conociera mejor a Alan.

—Aunque tu padre casi me mata cuando Lucy lo marcó —dijo indignada—. ¡Me acusó de haber influenciado a su preciada hija!

—¿Que? —Evangeline miró confundida a su mama por el espejo que las reflejaba—. ¿Qué tenías que ver tú?

—¿Alguna vez te conté como tu padre y yo terminamos juntos?

Evangeline negó con la cabeza.

—Sabes que yo fui hija única —empezó a contar su madre aún peinándola—, y tu abuelo era el rey, pero como yo era mujer no podía gobernar ni heredar nada, así que con quien quisiera casarme sería el próximo rey —suspiro—. En ese tiempo las mujeres lobas eran más oprimidas que ahora, en la adolescencia era tu deber atrapar a un hombre más rico que tu familia para que pueda darte estabilidad, aunque no fueran sus mates, la unión de mates eran para los que no tenían ni rango alto o dinero.

—Que horror —la interrumpió Evangeline.

—Si... era un horror para todas menos para mí —se rió—. ¡Yo estaba encantada!, tenía a toda la escuela y el reino detrás de mí, todos los hombres me prestaban atención todo el tiempo, era como el premio mayor que todos querían tener.

—Pero era por la corona y las riquezas...

—Si lo sé, pero en ese tiempo yo era joven, estúpida y muy feliz —suspiro—. Era muy feliz hasta que cierto hombre lobo griego apareció con su melena platinada y ojos verdes que me puso de cabeza.

—¿Papa? —se burló Evangeline.

—Si, el condenado Evan Moore, en ese tiempo era el futuro alfa de la manada griega thánatos grígora, una de las diez principales —rió con amargura—. Aunque tu papá apenas tenía 16 años, tenía prohibido mirar a cualquier mujer, estaba comprometido con una de las hijas de la manada rusa.

—Oh por la diosa luna, esto es interesante, ¿Terminaron juntos porque eran mates?

—No te adelantes, ya termine de trenzarte —dijo mirando a su hija—. ¡Quedaste preciosa!

—¡Mamá me muero de curiosidad!

—Tu padre me ignoraba totalmente —gruño su madre—. Aunque me esforzaba mucho, el ni siquiera me saludaba, hasta llego el punto de que ya me hablaba pero solo para gritarme, discutíamos por todo; el pobre se exasperaba y yo siempre lo molestaba demasiado —sonrió maniáticamente—. Pero yo sabía que él sentía lo mismo que yo, era muy evidente, podía sentir sus miradas en las clases, su enojo cuando algún chico se me acercaba. El sufrió mucho al igual que yo, pero su manada en ese tiempo está en contra de la gobernanza de mi padre, casarse conmigo era imposible.

—¿Cómo terminaron juntos?

—¡Que no te adelantes! —su madre prosiguió—. Cuando cumplimos 17 y era nuestro último año, la maldita de su prometida se matriculó en la escuela. Yo no lo soportaba, la molestaba a ella y a tu padre, estaba fuera de sí, muy celosa .Tu padre volvió a ignorarme pero a mayor nivel, parecía que era invisible para él, no importaba cuanto gritara, lo golpeara y llorara, el me ignoro completamente —su mirada ensombrecido—. Un día cuando estaba en el baño de la escuela, pude escuchar como la estúpida esa hablaba con sus amigas, le decían que tu padre y ella habían decidido adelantar su unión... yo enfureci, ese día fui a la casa de tu padre, ¡Hubieras visto su cara!, le confesé todo lo que sentía (aunque él ya lo sabía de sobra) y lo bese.

—¡Ah! —grito Evangeline emocionada—. ¡Que lindos!

—El me respondió el beso y también me confeso que me amaba (aunque eso también lo sabía) y nos besamos por un buen rato —aclaro su garganta—. Pero después el idiota me dijo que lo nuestro no podía ser, su manada estaba en riesgo y necesitaba casarse con la asquerosa esa. Yo estaba convencida que tu padre era con quien yo debía estar, estaba segura de que en pocos meses cuando cumpliéramos 18 nuestros lobos confirmarían que éramos mates, nuestro lazo era demasiado fuerte para ser diferente y no me equivoque, pero mi lindo suegrito lo casaría con la chirusa esa a pesar de que no fuera su mate.

—¿Y qué pasó?

—Lo marque —Evangeline miró atónita a su madre y se tapó la boca para no gritar—. Al parecer mi loba interna estaba enfurecida y no iba a dejar que su pareja eterna este con otra persona, así que a pesar de faltar 2 meses para cumplir 18, salió un momento y le clavó los colmillos a tu padre, con mi ayuda claro.

—¡Mamá!

—¿Qué? —dijo como si nada—. Tu padre fue mío desde el momento en que lo vi, a pesar de que en ese tiempo no sabía que era mi mate, no iba a dejar que esa garrapatosa se casara con mi hombre.

—¿Qué pasó después?

—Huimos —la miro triste—. Pensé que mi padre lo mataría o algo así, además que tu abuelo paterno se lo llevaría lejos de mí , así que huimos por varios meses viajando por el mundo pero al final nos encontraron —sus ojos se cristalizaron—. Yo ya llevaba a Oliver en el vientre, si mal no recuerdo llevaba como 3 meses de embarazada y estaba aterrada, pero me equivoque totalmente, se que tu no te acuerdas muy bien de tu abuelo pero él era un amor de persona; cuando me vio me abrazó y me dijo que nunca más me fuera de su lado , a pesar que lo defraude mi papa me seguía amando; arreglo las cosas con tu abuelo paterno he hizo que tu padre y yo nos casáramos.

—Que hermosa historia.

—Por eso tu padre me culpa de que Lucy mordiera a Alan —ríe su madre—. ¡Cree que yo le di la idea!

Evangeline rió con su madre por un rato.

—Sé que las cosas no están bien con Jeremy, ¿Me equivoco?

Agacho la mirada y su madre sujetó su rostro.

—Mi niña preciosa —su madre alzó su mentón—. Todos podemos equivocarnos, nadie es perfecto, pero siempre debemos reconocer nuestros errores, disculparnos e intentar mejorar cada día.

—Mama —la abrazo con mucha fuerza—. No se que hacer, creo que ya perdí a Jeremy para siempre.

—Cariño—su madre limpia sus lágrimas—. Tienes que luchar por lo que quieres ¿Amas a Jeremy con tu corazón? —Evangeline asintió—. Entonces tienes que luchar por él con todas tus fuerzas, tienes que dar todo de ti y brindarle tu corazón —le apretó las mejillas—. Vienes de una familia de mujeres fuertes que no nos dejamos vencer fácilmente, ¿Serás la excepción?

—¿No? —pregunto Evangeline.

—¡Por supuesto que no! —su mamá se levantó y abrió la puerta—. ¡Te ves preciosa!, así que solo falta que te levantes, encuentres a Jeremy y que lo recuperes.

—¿Ahora?

—¡Ahora!

Evangeline se levantó y salió de su habitación con una llama de esperanza y de temor, si Jeremy no la enfrentaba, ella tendría que hacerlo. Se armó de valentía y empezó a buscarlo.

—Menos mal Jeremy ya la marcó —habló la madre de Evangeline sentándose—. Porque si no Evan me echaría la culpa de nuevo.

ALFA KINGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora