CAPÍTULO 3.-primer fragmento

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—¡¿Que Lauren que?!

José quedó espantado después que le contara todo lo que pasó ayer, se llevó las manos a la cara y se levantó de la cama.

—Esta es la última vez que tomo— caminaba por todo el cuarto y después me dirigió la mirada—. ¿Ya despertó?

—Aún no, sigue en su habitación, ¡Le dije que se quedara quieta! Pero me desobedeció y me siguió.

Estamos totalmente jodidos, pienso mirando a Jose.

— ¿Y me dejó solo en el auto?, ¡Me pudieron violar!

A veces quisiera matarlo con mis propias manos.

—¿Escuchaste eso?—dijo poniéndose serio.

Agudice mi oído y escuche como alguien caminaba lentamente por el corredor, me levanté rápidamente y salí de la habitación de José. Lauren me miró y empezó a correr, la alcance con facilidad y la sujetó mientras ella peleaba.

—¡Déjame!, ¡auxilio!

Le tape la boca con mi mano y la lleve a la habitación de José, ella me mordió la mano y la solté encima de la cama. Me miró con miedo y eso me hizo sentir terrible.

—Tienes que calmarte Lauren— dije y me acerque a ella lentamente—. Te voy a explicar lo que viste ayer.

—Te convertiste en una especie de lobo gigante y mataste a dos hombres—dijo pegándose a la cabecera de la cama—. ¡¿Cómo quieres que me calme?!

—Esos hombres eran vampiros que querían matar a Tania—dije sentándome en la parte delantera de la cama, ella me miraba con recelo.

—Tania también es vampira— dice José.

Lauren mira a José con desilusión, hace días que sospecho que a Lauren le gusta José.

—¿Tu...?

—También soy un hombre lobo—le dice algo fastidiado—. Creo que merecernos que al menos escuches lo que te vamos a contar, después te puedes ir si quieres.

Lauren se masajea los cienes y suspira cansada.

—Los escucho— se cruza de brazos.

Al comienzo solo pensaba explicarle ciertas cosas sobre nosotros, pero decido contarle toda mi historia, ella es mi familia además de que en este mes que he estado conviviendo con ella , le he agarrado mucha estima, es mi prima, pero ya la quiero como si fuera una hermana.

Ella al comienzo parece escéptica, pero mediante voy relatando las cosas las cuales José de vez en cuando acota algo de la historia, veo como ella se va relajando y parece que empieza a creernos. De vez en cuando me para cuando no entiende algo y después me deja proseguir, le muestro fotos de los chicos, del palacio y de mi hermana—los cuales tengo en mi celular—. Ella empieza a sorprenderse cada vez más; inclusive casi llora cuando le conté la historia de Jaime y la cazadora.

—Oh pobre—dice mirando la foto de Jaime que le tome cuando él estaba leyendo un libro (quería recuerdos de todos en el palacio antes de irme)—. Se ve un chico bueno.

Sigo con mi relato hasta llegar a la noche de ayer, ella suspira pareciendo cansada.

—Mi cerebro va explotar—dice mirándonos—. Otro mundo ante mis ojos.

—Lo mismo sentí cuando descubrí que era hombre lobo—le dije—. Fue caótico.

—No sé qué es más difícil asumir, que hay un reino de hombres lobos o que ustedes tienen de pareja a un par de niñas, ¡malditos pederastas! —nos señala a los dos— No crean que pase por alto esa parte de la historia.

ALFA KINGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora