El bullicio de personas caminando por el mall ubicado a unas cuadras del edificio, las muchas colas esperando a ser atendidas y el resto de personas disfrutando de los paseos matinales por el centro de la ciudad le otorgaban ese ambiente grato al paseo que habían organizado de la nada. Era cierto que no había existido planificación previa, pero para que sea una gran salida no se necesita nada más salvo la disposición de los involucrados.
Caminaron por entre los locales de verduras buscando los ingredientes para el almuerzo, algún que otro corte de carne en la carnicería del local y, después, se fueron por el resto de frutas que Danny necesitaba para almacenar en su cocina. Algún que otro aperitivo y lograron llegar a la parte del shopping.
—¡Hagamos algunas compras! Hay que disfrutar de la salida, chicas —dijo Danny colocando sus manos sobre los hombros de Lena y de Jodie.
—No es necesario, Danny. Podemos regresar otro día y visitar todas las tiendas —quiso persuadirla Lena—. No queremos hacerte gastar dinero. O eso es lo que pienso yo. No lo sé.
—Pues a mí me da igual. No pienso comprar nada de todas formas —fue la reacia respuesta de Jodie.
—Venga, son unas aburridas. Sabía que tú, Lena, eras una ambigua. Pero, ¿en serio tú también lo eres? —se rió Danny al ver a Jodie—. No me amarguen la salida luego de que he intentado ser amable y las he invitado a almorzar en mi casa.
Luego de una carcajada, Danny entró y Lena, riéndose, la siguió. Jodie, a unos pasos de la entrada, se detuvo y retrocedió unos pasos al creer haber visto un rostro familiar entre la multitud que se movilizaba por el sitio. Se giró sobre sus pies, observó el resto de personas allí presentes y entornó los ojos. Había algo que no terminaba por convencerle, aunque no sabía qué era. Tuvo la intensión de investigar, pero Danny la tomó de la mano y la jaló de nuevo hacia el interior del shopping. Tuvo que acceder medio a regañadientes, pero pasados unos minutos se sintió más cómoda; mucho más a medida que profundizaban aún más en la tienda y se distraían un momento.
El tiempo se les hizo un periquete en cuanto los atuendos que veían las cautivaban. Lena tardó muy poco en elegir varias prendas por petición de Danny e impulsada por su propio gusto hacia las ropas que veía. Estaba segura que le quedarían bien y esperaba que le gustaran a Jason una vez que se las mostrara.
No obstante, tanta alegría se vio opacada en cierto momento, cuando Danny quedó algo anonadada viendo una mujer a lo lejos. Se detuvo y, poco después, Lena se detuvo a su lado. La turca observó a su amiga con atención luego de llamarla un par de veces, decidiéndose más tarde a ver hacia dónde ella observaba: una mujer de apariencia normal caminaba de la mano de un niño de no más de 4 años. Creyó que sería conocida, pero su opinión de la situación cambió cuando de regreso al rostro de Danny los ojos melancólicos de ésta le dejaron en claro que no se sentía tan bien como suponía.
—¿Danny...? —preguntó Lena. La contraria bajó la mirada aguantando un suspiro casi sollozante—. ¿Estás bien?
—Sí —sonrió de forma amañada la mujer al alzar sus ojos hacia ella una vez más—. Es sólo... una tontería —lo calificó.
—No es una tontería si te hace llorar.
—Lo es si no tiene solución. ¿Por qué ponerte mal por las cosas que ya de plano no tienen reparo? Es decir, no puedo ponerme triste por eso.
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Athos:RE
Science FictionUn final que sorprendió tanto a la escritora como a los personajes mismos. **Tercera parte de la trilogía: Jason Lee** 1º parte: "Jason Lee: Sentencias del Destino" 2ª parte: "Espuria al Mando" 3ª parte: "Athos:RE"