Capítulo 14: "Cuando te arrancan un amigo"

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Nuevamente la sorpresa congeló sus músculos y no lograron hacer más que mantenerse allí, en aquella posición que le dejaba en claro al italiano la impresión colectiva que había generado con tan sólo mencionar un par de palabras.

Su rostro se encontraba más maduro que la última vez que tuvieron la desdicha de verlo. Un cabello rebajado, abierto en dos con algunos mechones irrumpiendo sobre su rostro. Curvó sus labios en otra maliciosa sonrisa cargada de sorna entremezclada con aplomo, transmitiendo ese odio tétrico que siempre camufló tras una simpatía desmesurada.

—¿Qué? ¿Les comieron la lengua los ratones? ¿No piensan bajar? ¡Sólo quiero que me den la muestra, chicos!

Los ojos del azabache se entornaron ante la voz de Ed; el sólo hecho de imaginar a Lena sufriendo en manos del infame sujeto se le hacía una imagen deplorable, digna de liquidar "a la antigua". Sin embargo, debía no alterar las cosas; mantener la compostura siempre fue su fuerte, pero en ese momento, la situación había tomado un tinte diferente cuando el involucrado había compartido parte de su vida junto a él y sus demás amigos. Apretó el volante entre sus dedos, sintiendo como la mano de Danny se depositaba sobre la suya; al instante la miró y la sonrisa de su compañera y amiga le sirvió de consuelo. Todo estaría bien, o eso quería creer.

—¿Seguirán haciéndome esperar? Qué mala educación. Pero supongo que está bien... mejor nos apresuramos. ¿No? Después de todo, no quiero hacerlos esperar. Sólo quiero la muestra, y sé que ustedes la tienen...

Cuando el italiano regresó sus ojos hacia la motocicleta de la doctora, esbozó una sutil sonrisa maliciosa y alzó la mano con dirección a la profesional.

—¡Quiero que la traigan, ella la tiene...!

—¡Arranca, Francia! —lo interrumpió Jodie

El contrario aceleró a fondo la motocicleta sin moverla del sitio. Los neumáticos rechinaron y una nube de humo grisáceo se levantó a causa de la fricción, logrando mover su vehículo tras un giro cerrado en dirección opuesta. Observó a Iván y este, sin perder tiempo, repitió su acción para salir conduciendo en la dirección contraria. Él lo cubriría si deseaban proteger a Linda. Finalmente el Todd aceleró levantando ligeramente la rueda delantera de su ciclomotor, alejándose por la carretera.

Ante eso, Ed dio la orden de que los siguieran. El BMW acató la orden y aceleró sobre el pavimento tras ellos. Los demás bajaron de la camioneta restante mientras el italiano la abordaba y se posicionaron a un lado de la misma. Instantes después, abrieron fuego.

—Joder... —musitó Sam llevando rápidamente la mano hacia la palanca de cambios de cara a la acción de los contrarios—. ¡¡Todos abajo!! —ordenó.

Marcó la reversa y se alejaron al compás de varios balazos que se dirigieron hacia ellos. Los parabrisas comenzaron a sentir el impacto de las balas, resquebrajándose ante el choque de las mismas. El azabache logró agacharse a tiempo y controlar como pudo la carretera, girando sobre la misma y dejando el coche de espaldas a los atacantes.

—¡¡Las armas, rápido!! —ordenó Víctor.

Danny, aprovechando su tamaño medio, se deslizó por sobre los asientos como si se tratase de una araña, llegando a la parte trasera para abrir los cajones y quitar de ellos las armas. Las cargó rápidamente llamando la atención de los tres jóvenes que permanecían absortos en sus acciones hasta que Víctor, Jason y Sam pidieron armamento. En cuestión de breves instantes se encontraban armados y preparados para devolver el fuego.

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