Enamorada de un Idol...?!

Capítulo 7. No puedo creer lo que dije

—¿Yui? —dice mientras pone su otra mano sobre mi mejilla. Su mano era fría, pero me acarició con tal ternura que me hizo sentir más tranquila.

—Toma... —En ese momento rompí en lágrimas, no podía dejar de llorar. Lo sé, era muy estúpido, pero era porque, por primera vez, sentí que alguien me quería más que como una amiga—. Lo... lo siento mucho, Toma. —Él me secó las lágrimas con un pañuelo que tenía.

—Yui, no has cambiado en nada. Sabía que seguías siendo la chica sensible a la que conocí hace tres años.

—Toma, tú me gustas... —¿Qué... qué acabo de decir? Me tapé la boca rápidamente; simplemente salieron de la nada esas palabras. Creo que me dejé llevar por el momento, o es que en verdad esas palabras ¿salieron de lo más profundo de mi corazón?— Perdón por decir eso tan repentinamente...

—¿Eeeh? —Al parecer él estaba algo sorprendido, pero luego me dio una mirada dulce y dijo—: Te quiero, Yui.

Toma se acercó para darme un abrazo. Se sentía tan cálido y agradable que no quería separarme de él nunca... Por suerte, el parque estaba vacío y no pasaba ningún auto por ahí... Nos quedamos así por un momento, y en ese silencio, pude escuchar los latidos de su corazón, que eran tan tranquilizantes que quería dormir sobre su pecho. Este sí era un momento perfecto.

—Toma, creo que me olvidé de preguntarte algo.

—¿Dime?

—Bueno, esto tal vez arruine este momento, pero... el beso que te dio Hanae, ¿no era tu primer beso?

—Claro que no, mi primer beso se lo di a otra persona.

—¿A quién?

—Es... un... se...cre...to... —dijo mientras rozaba con delicadeza la punta de su dedo sobre mis labios.

—¿A qué te refieres?

—No puedo creer que no lo entiendas, a pesar de que me encanta esa inocencia que tienes —se ríe—. ¿En verdad quieres que te lo diga?

—Sí.

—Pero, ¿para qué quieres saberlo?

—¿Curiosidad?

—Hmmm... está bien, mi primer beso fue contigo, Yui.

—¿Eeeeh? Pero ¿qué estás diciendo?

—Sucedió cuando una vez te dormiste en el hospital, exactamente en mi habitación, así que aproveché el momento y te di un beso.

—¿Qué? —Me tapé la boca. No puedo creer que todo este tiempo me la pasé pensando que aún no había dado mi primer beso, ¡y justo ahora él me dice esto!

—¡¡Adiós, Yui!! —dice mientras se va.

—¡Espera... no huyas, cobarde!

—Nos vemos mañana —se ríe.

—Hasta mañana.