Me dirigí a la escuela lo más rápido que pude porque estaba llegando tarde. Cuando entré, me percaté de que Hanae estaba sentada en la banca del patio. Me pareció raro porque el timbre de entrada ya había sonado, así que seguí mi camino. Finalmente llegué al aula y, para mi suerte, el profesor no había llegado; supuestamente tenía una reunión.
—¡Al fin, estoy a salvo! —digo mientras todos me miran con cara de "¿qué le pasa a esta?"—. Jejeje... —rio para disimular e ir hasta mi asiento lo más rápido posible.
—Hola, Yui —me saluda Toma—. ¿Por qué llegaste tan tarde?
—Porque mis padres no dejaban de regañarme toda la mañana. — Sí que fue demasiado pesado escuchar las mismas frases y sermones, una y otra de vez.
—Lo siento, Yui... no debí...
—Tranquilo, no es tu culpa. De hecho, fue bonito compartir un momento juntos.
En ese momento, el profesor entra al aula:
—Buenos días, alumnos.
—Buenos días, profesor —saludan todos.
—El día de hoy tenemos una nueva alumna. Por favor, denle una cálida bienvenida a la señorita Sakura.
—¿Cómo están? —saluda con reverencia—. Espero que nos llevemos bien.
Esa chica, la del parque de diversiones... es ella. ¿Por qué está aquí? ¿Será por Toma? Noté que todos los chicos la miraban. Por así decirlo, ella era la chica perfecta: linda, amable, cabello perfecto y, sobre todo, muy educada. Pero, por alguna razón, había algo en ella que no me agradaba. No sé qué era, pero realmente me molestaba.
Terminaron las clases y llegó el receso. Sakura estaba parada a un lado de la puerta. Me di cuenta de que esperaba a Toma, así que me acerqué a ella:
—Hola, tu nombre es Sakura, ¿verdad?
—Mucho gusto en conocerte, a pesar de que ya te vi en el parque de diversiones.
— Exacto. — Hubo un silencio incómodo entre nosotras, así que traté de ir al grano — Y... ¿a quién esperas?
—Espero a Toma. Bueno... hasta ahora es el único chico que conozco —se sonroja un poco—. Oh, ahí está. Lo siento, tengo que irme.
Un momento, ¿ella conoce a Toma? Pero ese día él no me dijo nada sobre ella. Pasaron las horas y me quedé intrigada, no paraba de pensar en ello. Por fin llegó la salida y Toma se acercó a mí:
—Yui... te extrañé mucho —dice abrazándome fuertemente.
—Yo también... creí que ibas a estar todo el tiempo con Sa... —en ese momento llegó Sakura y se acercó a Toma—. Hablé muy rápido... me voy...
—Cariño... espera —dijo Toma. Sakura lo miró muy sorprendida, al igual que yo. Era la primera vez que me llamaba así.
—¿Ca...ri...ño? —me sonrojé al instante... Estaba conmocionada y algo avergonzada. Eso sí, lo mejor fue ver la cara que puso Sakura.
—Sakura, lo siento, pero tengo que acompañar a Yui a su casa.
—No importa, Toma. Gracias por enseñarme la escuela, de todos modos —dice con una voz algo molesta y mirándome enojada—. Adiós.
—¿Se fue? —mientras miro a los lados—. Jajajaja, yo gané.
—¿Qué ganaste? —mira algo confuso.
—Ummm... nada.
—Apuesto a que estabas celosa... ¿verdad?
—¿Celosa? Sí, claro —lo miré a los ojos y no pude evitar decir la verdad—. Tú ganas... sí, estaba algo... celosa y no te creas la gran cosa por eso.
—Tú nunca cambias —dice mientras revuelve mi cabello—. Pero te quiero tal y como eres —dándome un beso en la frente.
—Yo también te quiero... pero igual me debes un receso, así que... —en ese momento le quito su maleta y salgo corriendo—. ¡Atrápame si puedes!
Corrimos juntos. Luego, él logró atraparme, creo que a los 5 segundos. Lo sé, soy muy lenta. Nos tomamos de la mano y seguimos caminando. Después de unos minutos, llegamos hasta un puente, pero algo estaba mal ahí: era Hanae y estaba a punto de... lanzarse al río.
—¡Hanae! —grita Toma mientras corre.
—Adiós, Toma —dice extendiendo levemente su mano.
Toma trató de agarrar su mano, pero...
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Enamorada de un Idol...?!
RomanceYui es una chica normal como cualquier persona, hasta que un Idol ingresa a su escuela y no la deja en paz desde el primer día que la conoce..