Capítulo 12. Toma, ¿qué hiciste?

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Miki me mostró la noticia de Toma. Estaba en una página de farándula... y decía:

Hoy logramos captar lo que sería la nueva sesión de fotos de Toma, el famoso idol, y la hija de uno de los empresarios más grandes de Japón, la señorita Hanae. Al parecer, estos dos jóvenes estaban muy enamorados, ya que pudimos captar una escena del beso entre ellos durante la sesión. Aquí vamos con el video:

Padre: Haré lo que sea por mi preciosa hija.

Hanae: Estoy feliz de que ahora yo y Toma estamos juntos. ¿No te parece cierto, querido?

Toma: Bueno, yo no estoy haciendo nada en especial.

Hanae: Toma, no seas tan modesto.

Toma: ¿Eeeeh? Pero si no lo estoy. (Ahí fue donde Hanae besó a Toma.)

Hanae: Toma, ahora sí eres mío.

Padre: No puedo creer que mi hija sea tan feliz.

Reportera: ¿Vieron eso? La señorita Hanae le dio un beso. Bueno, les deseamos suerte en su relación a estos jóvenes enamorados.

Ahí fue donde terminó el reporte. Simplemente me quedé atónita. Ella le volvió a dar un beso. Es una atrevida... simplemente me dan ganas de estar en ese lugar y darle un puñete.

Pasó un tiempo y Toma llegó. Todos lo estaban rodeando, hasta había algunos paparazzi, así que traté de irme, pero sentí que alguien me tomó de la mano. Me fijé y era él. Se fue corriendo conmigo y nos ocultamos.

—Al fin logré escapar de todos ellos.

—¿Qué... qué fue eso?

—Jejeje, lo siento, pero ya no los soportaba. Pero esto es raro. Desde un principio firmé un contrato donde decía que no podían seguirme hasta la escuela o mi casa.

—Seguramente fue por lo de tu cita, porque todos hablaban de eso.

—¿Viste el video?

—Sí, era obvio que lo vi, Toma. Además, ¿cómo no iba a verlo si todo el mundo lo estaba viendo?

—Jejeje, tienes razón. Sabes, esos tontos editaron la parte donde yo le dije a Hanae que no hiciera eso, que yo no la quiero y que no le pertenezco a ella.

—¿Dijiste eso?

—Sí... y luego mi representante me dijo que si volvía a decir eso anularía mi contrato —y luego se pone a pensar—. Sabes, creo que ya lo anuló, porque hoy los paparazzi no respetaron mi espacio personal... jejeje, creo que me quedé sin trabajo.

—Toma... lo siento mucho...

—No es tu culpa. Desde un principio debí controlarme.

—Pero... perdiste tu... —ahí fue donde Toma tomó mis dos manos y me miró dulcemente.

—No importa, Yui.

—Toma... —nos acercamos cada vez más. Parecía que... no puede ser, estamos a punto de darnos un beso, pero recordé lo que pasó con Yusuke y me alejé de él—. Lo siento, Toma, pero yo no te dije algo.

—¿Qué? —me dice intrigado.

—Yo besé a Yusuke por error —me tapé los ojos, no sabía cómo iba a reaccionar. Después de lo que le dije, estaba asustada, pero sentí que él apartó mis manos de mi rostro suavemente.

—Yui, no te preocupes. Si fue un error, fue porque no lo hiciste intencionalmente. Además, me lo merecía por haberte hecho daño tantas veces.

—Toma... —No podía decir nada más. Entonces él acarició suavemente mi mentón llevándolo hacia él y esta vez era seguro que esto terminaría en un beso. Me sonrojé totalmente... y sucedió, nos dimos un beso. Y por alguna razón, sentí algo que no había sentido antes. Era como si los dos estuviéramos solos en el mundo, todo tan tranquilo y lindo que no quería que acabara ese beso.

—Yui, te quería preguntar si tú querías...

—Siiii.

—¿Qué? Si ni siquiera acabé de decir la pregunta...

—Tal vez ya sé qué vas a preguntar —digo mirándole de reojo. Jejeje, noté que él también se estaba ruborizando.

—Entonces dilo —dice mientras me acaricia la mejilla.

—Pero... es que me da pena.

—Por favor.

—Ugggh... ok... apuesto a que querías preguntar si los dos... ummm... los dos... podríamos —waa, no quiero decirlo, prefiero desaparecer. Bueno, diré lo primero que se me viene a la mente—. ¡Ir a Disneylandia!

—¿A Disneylandia? ¿En serio?. Jajaja. Qué cosas dices, Yui.

—Huuumm —la verdad, tal vez por una parte quería ir a ese lugar. Las cosas que digo...

—¿Quieres ser mi novia?

—Jejeje... ¿qué? —sorprendida—. Hmmm, déjame pensar. — Traté de hacer un breve silencio para más suspenso, pero mi corazón sólo gritaba — Sí.

—¿Quieres ir a Disneylandia conmigo?

—Siiii.

—¿Quieres bañarte conmigo?

—Sii... espera... no... ¡¡¡atrevido!!! —le di un golpe en la cabeza.

—Jajaja, qué mente tienes, Yui.

—Eres un idiota. Además, tú eres el de la mente sucia.

—¿Quién, yo? Por favor, soy un chico inocente.

—Ja... y yo soy la reina del sushi.

—Hmmm... ahora me hiciste dar hambre... quiero sushi.

Enamorada de un Idol...?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora