Enamorada de un Idol...?!

Capítulo 16. ¿Salvación?

A pesar de que ya era primavera, el agua seguía estando fría, pero eso no evitó que ella se lanzara. Toma trató de salvarla, pero él también cayó. Solo con mirar esa escena me quedé congelada por un segundo; no sabía qué hacer. Solo grité:

—¡Toma!

Traté de ayudarlo, pero no logré agarrar su mano a tiempo. En ese momento vi algo de sangre que salía del agua:

—¿Qué hago?

Corrí hasta el otro extremo del puente y bajé hasta la orilla. Cada paso que daba parecía como si fuera una eternidad. Pero, ¿qué tengo que hacer? Estoy desesperada, mi corazón late rápidamente y la adrenalina no me deja pensar claramente. Vi que seguía saliendo más sangre. La única forma es entrar al río.

Estaba a punto de entrar cuando alguien me agarró del tobillo:

—¡¡Waaa!! No, espera, debe ser...

Toma salió del río y estaba agarrando a Hanae. Ella estaba inconsciente y no tenía ningún rasguño, pero Toma estaba herido. Su brazo estaba sangrando porque tenía una herida muy profunda. Estaba pálido y muy frío. Seguramente perdió mucha sangre, así que tuve que sacar una bufanda que tenía y enrollarla en su brazo herido.

Pasaron unos cuantos segundos y una ambulancia llegó. Pero, ¿cómo? Miré arriba y ahí estaba Sakura hablando por su celular. Subí hasta el puente mientras los dos eran atendidos y enviados al hospital.

—Sakura... —dije con los ojos llorosos—. Gracias...

—Lo daría todo por mi Toma —luego vio su reloj un poco preocupada—. Pero por desgracia no podré acompañarlo... no puede ser... tienes suerte esta vez.

En ese momento ella se fue en su auto apresuradamente.

—¿Su Toma? —¿Cómo se atreve...? Ugggh, me dan ganas de... No es momento de pensar en eso. Tengo que ir al hospital, pero tendré que correr porque aquí no pasa ni un alma y me dejaron sola esos desgraciados.

Corrí hasta el hospital y, por mi increíble lentitud, creo que logré llegar allá a los 15 minutos... y eso que estaba a tres cuadras. Llegué y le pregunté a la recepcionista dónde estaba la habitación de Toma. Ella me dio el número y dijo que esperara un minuto porque lo seguían atendiendo. Entonces fui a comprar un refresco porque estaba agotada. Pasó el tiempo y me dirigí a su habitación. Pude observar que la puerta estaba entreabierta. Me pareció un poco raro, pero ¿qué importa? Solo quiero ver si está bien... Toma...