Enamorada de un Idol...?!

Capítulo 8. ¿Un nuevo rival?

Pasó el fin de semana y otra vez tuve que ir a la escuela... Qué flojera... Pero lo bueno es que veré a Miki para contarle todo lo que pasó, y en especial, veré a Toma. Me cambié de ropa y me dirigí a la escuela. Otra vez llegué temprano, pero siento que por un momento alguien me tapa los ojos. Eran unas manos cálidas, me pregunto quién será.

—Adivina quién soy.

—No puede ser, ¿eres tú, Yusuke? Además, tu voz te delata... tonto...

—Ups, ya me lo esperaba.

Él era Yusuke. Antes de que llegara Toma, era el chico más popular de la escuela, pero estuvo ausente durante esta semana, así que no debe saber lo de Toma. Además, él es un buen amigo para mí, pero mi mejor amiga es Miki.

—¿Y por qué no viniste a la escuela?

—Fui de viaje a Estados Unidos para visitar a un pariente... ¡Ah! Espera, te traje un recuerdo —mientras busca en su maleta—. Aquí tienes. —Era una pulsera que tenía un pequeño corazón colgando—. ¿Te gusta?

—Es muy lindo... ¡me encanta!

—Cuando lo vi, supe que era para ti —dijo con una voz suave y se acercaba lentamente a mí.

—¿Qué... qué haces? —le dije con voz fría. En ese momento, apareció Toma, me agarró de la cintura y me acercó a él—. To... Toma...

—Oye tú, ¿qué piensas que estás haciendo? —le dice muy enojado a Yusuke.

—¿Y quién eres tú?

—Mi nombre es Toma, y no permitiré que toques a Yui, o sino te las verás conmigo.

—Ah, ¿sí?

—¡Ya basta! ¡Qué par de dramáticos! Mejor me voy... —dije muy molesta.

—¡Yui...! No te vayas —dicen los dos al unísono.

—¡¡Adiós!! —Después de caminar unos minutos, me encontré con Miki.

—¡Yui!, ¿cómo estás?

—¡Hola, Miki! ¿Sabías que Yusuke había regresado de su viaje?

—¿Sí?, ¡qué genial! —y luego se pone a pensar un segundo—. Oh... me olvidé, y ¿qué pasó durante la salida? Te fuiste corriendo...

—Te voy a contar... —le dije todo lo que pasó ese día y el fin de semana—. Y eso fue todo.

—Ya veo, pero, en todo eso, ¿Toma no te preguntó si querías ser su novia?

—Pensándolo bien, él nunca me dijo eso. —En ese instante, tocó el timbre de entrada, pero no podía dejar de pensar sobre lo que dijo Miki. Llegué al curso y me encontré con Yusuke.

—Yui, lo siento mucho por molestarte, es sólo que ese tal Toma no me cae.

—¿Eeeeh? ¿Por qué?

—Bueno, también ese chico se acerca a gritarme.

— Tal vez debería hablar con él después de clase.

—Hmmm, mejor me iré a mi asiento.

—Ok. —En ese momento recordé que el asiento donde se sienta Toma era el asiento de Yusuke—. Seguramente otra vez se van a pelear —dije con un suspiro.