Capítulo 27. Playa

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Hoy es viernes. Durante toda esta semana, Sakura no dio señales de vida y no asistió a las prácticas de la banda. Cuando llegó la hora del receso, todos fuimos a almorzar, pero Toma apareció de repente.

—¡Hola a todos!

—Hola, Toma... ¿no tenías que practicar con tu banda?

—Como no está Sakura, simplemente practicamos cuando queremos —luego Toma se pone a pensar por un segundo y dice—: ¿Qué tal si mañana vamos a la playa?

—¡Kyaaa, qué genial, podré ver a Yusuke en traje de baño! —dice Miki muy entusiasmada.

—De qué rayos hablas, Miki... —dice Yusuke, muy sonrojado.

—¿Y qué les parece la idea?

—Genial —respondemos todos.

—Yo también estoy invitada, ¿verdad? —pregunta Hanae.

—Sí... —Toma responde, confuso. Luego, él se acerca a mí y pregunta—: Yui, ¿Hanae es nuestra amiga?

—Ni yo lo sé...

—¡Idiotas, los escucho desde aquí!

—Me das miedo —digo, un poco asustada.

—Tranquilízate, Hanae... Ok, entonces nos vemos mañana en la estación de trenes.

Al día siguiente, todos nos encontramos en la estación de trenes, pero también vinieron Aoki, Shiki y Ren.

—¡¡Hooola, Yui!! —saludan Aoki y Shiki.

—Yui, ya era hora, ¿por qué te tardaste tanto? —dice Hanae.

—Porque olvidé mi bolso en casa y tuve que regresar otra vez...

—Tonta —dice Hanae, muy indiferente.

—¡Tú eres la tonta..! —Luego Toma me separa de Hanae.

—Yui, al fin pasaremos un momento juntos, después de tanto tiempo —dice Toma y luego me da un beso en la mejilla.

Luego llegó el tren y todos subimos. Llegamos a Kasai, una provincia cerca de Kobe muy conocida por sus playas. Después de caminar unos minutos, llegamos a la playa, pero a una zona donde no había tanta gente porque, si veían a Toma y a los demás, sería un problema... por sus fanáticas lunáticas. Con solo pensar en esas locas, me dan ganas de escapar y meterme en un hueco para que no me encuentren.

Apenas pisamos la arena, Toma me agarró de la mano y, cuando dirigí mi vista hacia él, me dio un beso. No pude evitar sonrojarme, eso fue realmente dulce.

—¿Vamos, Yui?

—Yo, ummm... —¡En verdad me da vergüenza estar en traje de baño!—. Voy a comer algo, no... no desayuné bien.

—Entonces te acompaño.

—Pero creí que querías nadar o algo así, no quiero ser un estorbo.

—No lo eres —luego Toma me besa en la frente—. Lo que más quiero en el mundo es estar a tu lado.

—O... ok —sus palabras fueron muy dulces.

Colocamos una manta sobre la arena y los dos nos sentamos ahí. Saqué mi almuerzo, pero Toma no sacó el suyo.

—Toma, ¿no tienes hambre?

—Bueno, realmente olvidé mi almuerzo, pero no importa.

—Si quieres, podemos compartir mi almuerzo —cuando dije eso, Toma me miró amablemente—. Ta... tal vez no sea tan rico como lo prepara tu chef, pero...

—Gracias, Yui... —en ese momento, él me besó en la mano—. Eres una chica muy amable.

—No hay de qué —qué tierno es Toma... Creo que hoy está muy cariñoso y atento conmigo...

—Yui, di aaaah —dice Toma mostrándome un poco de comida.

—Eso es ridículo.

—Por favor, cariño...

—Está bien... aaaah —me sigue pareciendo ridículo—. Eres un tonto...

—Jajaja... —él solo se rió y, seguidamente, agarró una servilleta y limpió mi boca—. Yui, ¿qué pensarías si te digo que...

Enamorada de un Idol...?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora