Habían 3 cosas que tzuyu detestaba en específico:
* Adolescentes bipolares
* Drama innecesario
* Personas manipuladoras (vamos, ¡déjenle ese trabajo a ella!)
Nunca pensó que este conjunto vendría en forma de chica; una hermosa y malvada chica, cabe...
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Taehyung y yo teníamos clase juntos, mientras Jungkook y Rosé se dirigieron a sus respectivas clases por separado. Me senté en mi puesto habitual, justo al final y en la esquina del salón, a un lado de la ventana perfecta para pensar en cualquier cosa menos en la viejita de Park. La profesora de biología era una mujer de unos 40 o 50 años en realidad, pero entre su horrible humor y su cara de perro se merece el titulo de "vieja menopausica". Me odia, y yo la odio a ella, por lo que al menos una vez al semana me dice cualquier estupidez con excusa de poder regañarme, simplemente porque soy buena en la materia, respondo a todo lo que pregunta y soy una de los mejores promedios del salón, por lo que por mis calificaciones no me puede joder.
Así que colocándome mis lentes de sol, que los uso solo para molestar a la profesora ancestral, me dispuse a prestar... parcialmente atención (tenía que al menos saber de que hablaba para luego estudiar.) Pasado unos 15 minutos, en los cuáles observé como dos pajaritos volaban alrededor del gran árbol fuera del aula, la puerta del aula se abrió y escuché una voz femenina disculparse por llegar tarde.
Ahí fue cuando la vi.
Tez blanca, alta y sumamente hermosa. El último adjetivo en mayúsculas y negritas. Se sentó, para mi suerte o desgracia, en el asiento disponible a mi lado. Quedé en un trance, cómo si mi mente por un momento literalmente hizo "ASKDJAHDJ".
Ok, cálmate.
Rosé y Tae se encargaron de mencionarse acerca de una nueva chica y de lo bella que era, pero no presté atención si soy sincera. Mis ganas de mirarla eran casi incontrolables, así que luego de unos segundos titubeantes, aproveché de mis lentes de sol y la observé. Su piel era tan blanca como la porcelana, y en cuanto se sentó un aroma a coco invadió mis sentidos, casi me vengo cuando olfateé. Su perfil parecía carecer de imperfecciones, nariz perfilada y delicada, quijada definida, unas mejillas adorables y labios carnosos pintados de un rojo matte. Cuando entró pude detallar también como su cuerpo, aunque delgado, curvíleneo en los lugares correctos. Dí un breve reojo al salón y más de uno se encontraba admirando descaradamente a la nueva chica (sí, yo soy más discreta, ¿ok?).
Fijé mi mirada en el piso. Quería seguirla viendo pero, ¡eso es enfermo! Yo nunca soy así. Es decir, obvio he visto personas hermosas antes, ¿por qué me siento como si estuviése hambrienta y ella fuera una hamburguesa?
¿...De verdad hice esa comparación?
Mientras me reprimía por mi horrendo ejemplo, escuché mi apellido ser llamado sacándome de mi estupor.
- ¿Diga? - dije disimulando con desinterés el conflicto interno que rodaba en mi cabeza.
- ¿Qué le he dicho sobre los lentes de sol en clase, srta. Chou?
- No recuerdo, ¿ha dicho algo sobre mis lentes? Se los puedo prestar. - dije fingiendo inocencia, y subiendo mis lentes hasta posicionarlos sobre mi cabeza, oí risas bajas a mi alrededor.