Capítulo 8: La Cena (Parte 1)

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POV Larisha

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POV Larisha

Durante el transcurso hacia mi casa no pude evitar pensar en todo lo sucedido hoy. Yo tenía todo "planeado", iba a ser sencillo. Bueno, eso pensaba hasta que empecé a recibir esos mensajes de ese hombre. He intentado recordar alguien del pasado, alguien con quien yo haya tenido un percance, pero no tengo idea quien. Dudo que sea Khan, ese no es el estilo de él. Si me buscaba antes para matarme, ¿Por qué querría jugar de tal manera conmigo? Es imposible que él quiera coquetearme para poder conseguirme, es estúpido. Me tiene en la mira, podría matarme en cualquier momento, pero en cambio... ¿se me insinúa? No.... no es posible. Ni, aunque en el pasado lo hizo, dudo que quiera hacerlo ahora, cuando claramente quiere verme muerta.

Entonces, ¿quién? Me he convertido en el punto de diversión de un hombre que no tengo ni la puta idea quien es. Yo tan solo espero que, con la jugada de hoy, me haya librado. Pero, si sabe dónde me paso... ¿Sabe dónde vivo? ¿No? Ahora no sé qué pensar, me siento acorralada. Después de tantos años logrando zafarme de la muerte, ahora me la estoy encontrado y no precisamente cara a cara porque no sé quién es el oponente. Aunque, si me quisiera muerta ya lo hubiera hecho. ¿Qué quiere de mí? ¿Por qué se toma tanta molestia en seguirme? Espero saber la respuesta pronto antes que le dé con matarme, claro...

Espero que la chica al final esté bien, me comporté mal con ella. Si no hubiera sido tan terca no le hubiera gritado así. Pero se puso en plan de tonta y me sacó de quicio. Mi paciencia es poca y la gente debería valorarla, no puedo andar con juegos de palabras todo el tiempo porque tengo un punto que explota rápido y si siento que estoy en peligro, peor. Estando acorralada por alguien y tratando de llevar a cabo la destrucción de Khan, hacen que la tensión crezca en mí. Ya estaba fuera de órbita como siempre hasta que la voz del taxista me hizo reaccionar.

—Señorita, ya llegamos. ―dijo el taxista

—Muchas gracias, señor. ¿Cuánto serían? ―dije sonriéndole

—Serían veinte dólares. ―mierda, me ha costado un ojo de la cara este tipo

—Aquí tiene, buenas noches. ―dije y me bajé del taxi

Justo cuando iba abrir la puerta de la casa, me percato que no traigo las llaves.

Mierda, las dejé en el llavero de la llave del auto.

Saqué mi celular y le mandé un mensaje a Logan.

Loki, ábreme la puerta por favor. No traigo llaves.

L. x

Al mandar mensaje, juraría que escuché pisadas como si estuvieran corriendo por toda la casa bajando hacia el primer piso.

—Me podrías decir donde están tus...―dijo mientras abría la puerta, pero en cuanto me miró a la cara se le fue el habla, pude notar como sus pupilas se dilataron al verme y prácticamente se le cayó la quijada al piso—. Dios... Lari... Estás tan hermosa, sinceramente retiro lo dicho acerca del cambio. ―estaba todo sonrojado, pero yo estaba igual de sonrojada que él

Nunca es Mucho (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora