Capítulo 25: No soy tu kitten, soy tu socia

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No les di actualización en estos días debido a que les di 3 corridas la semana pasada y necesitaba descanso mental (:'v ) Pero, I'm baaack

PD: Habrán Gifs, pero es para que tengan idea de la escena(sus gestos). Abajo pondré una imagen de como es que yo me visualizo a Larisha, creo que encontré la modelo ideal por fin.

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POV Omnisciente

Jaymes no pegó el ojo casi durante toda la noche, estaba pendiente a la salud de su kitten y que no se enfermara. Pero más que eso, estaba plasmando esa escena en su mente para que fuera imborrable. Porque a pesar de que ella estaba en una situación como esa, no pudo evitar sentirse feliz en tenerla en sus brazos. Ella se había volteado mientras dormía hacía su dirección y se acurrucó en los brazos de él buscando calor. Montanari no dudó en brindárselo y simplemente se limitaba a acariciar su rostro y cabello. De vez en cuando, postraba besos en la frente y tocaba delicadamente los labios de la mujer para que no se despertara. Maldecía el saber que tanto dinero jamás iba a comprar un botón de pausa para la vida. Odiaba no tener súper poderes y controlar su mente para que se quedara con él. ¿Qué más tenía que hacer? ¿Qué más ella quería que le demostrara para que se diera cuenta de cuánto la ama? ¿A caso para ser feliz tiene que sufrir tanto? Si es así, por esa razón él no quería sentir amor por nadie. Porque los sentimientos son mortales y duelen más que un puñal en el corazón.

De sentir felicidad, ahora sentía ahogamiento, uno bastante profundo. Estaba ahogándose en un cuento de hadas, un mundo de fantasía. Tiene que buscar la salida en cuanto antes, encontrar a su bella durmiente y besarla para que ella despierte de esa fantasía que lo arrastra junto a ella y a todos los que le rodean. No será el mejor hombre del mundo, porque quizás haya mejores, pero está seguro que ninguno puede dar más batalla y amarla más que él.

Para su mala suerte, el sol salió y su noche mágica acabó. Sabe que en cuanto ella abra sus ojos, ya no la tendrá en sus brazos como ahora. Sólo Dios sabe cuando será el día que esa escena se repita. Casi no durmió nada, pero no le importa ya que quiere ver como ella despierta en sus brazos. La tenía bastante apretada a su pecho, como si ella fuera a escaparse de esa cama. Sintió como a poco ella empezó a moverse y acurrucarse en su pecho sin saber que no era la almohada la que estaba bajo su cabeza. Larisha se extrañó, frunció su ceño estando un poco dormida aún y pasó su mano para sentir lo que tenía alrededor. Jaymes sintió una corriente por su cuerpo al sentir los delicados dedos de ella pasar por su pecho. La mujer abrió sus ojos y pestañeó varias veces antes de chocar sus ojos oscuros con los de él.

- Buenos días...―murmuró él sonriente, ella se quedó observándolo algo confundida por la forma que se encontraban abrazados, pero luego le respondió con una sonrisa

- Buenos días, Jaymes...―intentó acomodarse un poco, pero él la tenía bastante apretada -Ni preguntaré como terminé así contigo.―burló y él amplió su sonrisa

- Buscabas calor y te lo di, kitten.ella se sonrojó -¿Cómo amaneciste? ¿Te sientes mejor?―le preguntó mientras acariciaba su cabello

- No te voy a mentir, jamás había dormido así de delicioso. Ahora entiendo el porqué estaba tan cómoda.―chisteó y él le sonrió ladeado -¿Qué tal tú?―preguntó con cierta curiosidad

- Te mentiría también si te digo que dormí, porque no pegué casi el ojo para estar pendiente de tu salud.―ella se estremeció al escucharlo

Nunca es Mucho (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora