*PRIMERA PARTE*
-Sí, admito que soy una chica bastante descontrolada y caprichosa, puede que un poco cruel, puede que un poco destructiva... ¡Pero sólo un poco, por Dios!.- grité quejándome mientras Tyler me miraba con su típica expresión de tranquilidad en el rostro.
-Laila, quemaste el laboratorio de ciencias y fue a propósito.- dijo con una pequeña sonrisa.
-Bueno, eso fue un inocente error. ¡No he hecho nada más que sea malo!.- exclamé enojada y cruzándome de brazos.
-Bien, empecemos a enumerar.- dijo y se enderezó.-Le cortaste el cabello a esa chica que no te agradaba, te encontraron con las manos en la masa cambiando tus calificaciones, rompiste varios vidrios del salón de maestros, pateaste al profesor de Educación física...- enseguida me preparé para interrumpirlo.
-¡Él pedófilo me estaba toqueteando!.- me excusé exaltada.
-Eso es mentira, te habías "caído" y él sólo te revisaba el golpe.- me dijo.
-¡Ugh! ¡No es justo!.- dije tumbándome en su cama bruscamente.-¡¿Porqué a mi me expulsan y a ti no?!.-
-No es por presumir.- dijo y luego carraspeó.-Pero yo tengo muy buenas calificaciones y las veces que he peleado con los idiotas de la escuela lo he hecho en la calle y no dentro del establecimiento, no soy tan tonto.- dijo.
-¿Me estas diciendo tonta?.- le pegunté lentamente, cosa de que mi indignación se impregnara en cada una de las palabras.
-No, solo te estoy insinuando que debes pensar antes de actuar.- dijo él. Como si fuera muy simple, idiota.
-Ok, digamos que hipotéticamente... me vuelva una niña tierna y angelical... ¿Crees que eso arregle mi vida?.- Tyler abrió la boca para responder, pero yo se lo impedí.-¡Pues claro que no! Está en mi esencia ser así de impulsiva, es un don.- dije con algo de orgullo.
-Bueno, si no me escuchas no puedo hacer mucho.- dijo levantándose de mi lado y acercándose al armario.
-¿Adonde vas?.- pregunté con curiosidad.
-Voy a salir, me aburrí de escuchar tus problemas.- sacó una chaqueta de cuero café oscura y se la puso encima, luego caminó hasta la puerta.
-Oye, podrías dejar que te acompañe...- dije con mi voz más inocente y mi cara más tierna.
Tyler resopló mirando el suelo, pensando en si llevarme o no. No tenía idea de porqué le llevaba tanto tiempo decidirse, además estaba segura que cedería.
-Bien.- dijo y traté de ocultar mi sonrisa victoriosa.
-Es por eso que te amo, hermano...- dije fingiendo un llanto de emoción y lo abracé mientras le daba besos en las mejillas.
-¡Ya!.- exclamó fastidiado.-Tienes cinco minutos para arreglarte.-
-¡¿Cinco?!- con eso no alcanzaba ni a encrespar mis pestañas.
-El tiempo pasa...-
Le dediqué una mirada fulminadora antes de salir corriendo en dirección a mi cuarto, sabía que él hablaba en serio con respecto a los minutos. Me metí lo más rápido que pude en un vestido, me puse algo de brillo labial, retoqué mis pestañas, arreglé mi cabello, todo eso a la velocidad de la luz. Me dí una fugaz mirada en el espejo y partí corriendo a la habitación de Tyler.
-¡Lista!.- exclamé abriendo la puerta sorpresivamente, aunque él ni se sobresalto.
-Vamos.- dijo pasando por mi lado y saliendo del cuarto.
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Descontrol
HumorLaila parece incapacitada para comportarse bien. Lo único que hace es desobedecer y tomar impulsivas decisiones, un error más y las puertas de su escuela serán cerradas para ella. Por culpa de un malentendido es expulsada definitivamente de aquel es...