Marea

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Esta es la historia de amor entre Luna y Tierra.

Un día Tierra se encontró a Luna desorbitada y desamparada por el espacio. Luna estaba triste porque ningún planeta quería que orbitase sobre él (ni Plutón que ahí aún era medio planeta). A Tierra le dio pena, pero no por eso se acercaba a ella, sino porque la vio cálida aun sabiendo (y sintiendo) del frío del espacio. Nadie la quería porque Luna cambiaba, un día era dicha y al siguiente decrecía, nadie sabía encontrar la belleza en Luna, que siempre se mostraba completa aun sabiendo que era cambiante y que una vez al mes se encontraba.

Tierra no le quitaba ni uno de sus millones de ojos a Luna, pero ella siempre escapa porque qué triste le parecía que le rechazase hasta el último planeta de su sistema solar. Aunque no lo sabían, su amor ya se estaba forjando como el de Rosa y Manuel del gallego. A decir verdad sí que lo sabían, pero lo negaban. Hasta que un día Tierra le pidió a Luna que fuese su estrella, y Luna, avergonzada porque nunca nadie le había dicho que sí, aceptó a Tierra para ser su compañera por el resto de los tiempos, y así crearon juntos a Marea, que un día se acercaba a Luna y el otro a Tierra, que le llevaba los mensajes de amor de Tierra por el día para que a la noche Luna saliera más grande (de orgullo) que la noche anterior.

Y así es como Marea significa amor para Tierra, y (a)mar para Luna, porque, aunque ella no pudiera ver todos los ojos de Tierra, viendo el azul del mar sabía que pronto le iban a llegar noticias de Marea.

Lluvia de nochesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora