Deriva

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Desde que me dejaste a la deriva en aquel río de mares,
nunca doy bola con pie, o al clavo.

Como el agua, doy palos al ciego
buscando una respuesta.
Bailo con el aire en busca de un pie que me pise,
en busca de tu pie
que sé que se ha ido por otro río
que desemboca en otro mar
(posiblemente mas grande,
un
océano)
hecho a tu medida,
a la medida de tu balsa en la que,
sin lugar a dudas,
no cabía mi pecho.

Busco pajas en agujas porque sé
que me será más fácil encontrar
una aguja en un pajar
a que tu vuelvas
(a quereme).

Canto bajo la lluvia
"Los abrazos rotos" de Amaia Montero,
para poder llorar y desahogarme
porque sé que la lluvia
siempre llorará conmigo
hacia la sequía.

Lluvia de nochesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora