Lluvia de noches

Enamórate

Te lo diría lo simple: no te enamores de mí. No pierda el tiempo en algo que seguramente, por valer, no valga ni la pena. Te diría que no perdieses el tiempo, o al menos conmigo, alguien que todavía no sabe querer, alguien que seguramente te rompa, y no el corazón, sino el alma (que eso sí que no se repara). Te diría que no perdieses noches en tu cama por estar follando a las cuatro de la mañana o por, simplemente, estar viendo la lluvia caer (conmigo). Te diría que mejor espera por otra, otra que no sea tan loca, o que por lo menos no se ponga tan loca, una que no te saque de tus casillas a la mínima y que sólo te llene de amor. Te diría que busques a otra que le brillen los ojos cuando te vea pasar, que se despierte cuando te sienta mal por las noches, y que te arrope cuando tengas frío.

Te lo diría simple: no te enamores de mí... pero cómo pedirte algo así cuando realmente lo único que quiero es que lo hagas, joder, hazlo. Pierde hasta la cabeza por mí, porque perder el tiempo (contigo) ya lo haré yo, ya que cuando pierdes algo (o haces que lo pierdes sólo puedes buscarlo con más ganas que nada. Dicen que no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes, pero yo sé lo que son (o serían) los segundos contigo, incluso antes de tenerlos. Al menos ten por sentado que, si te pierdes, daré contigo, incluso aún sin saber querer, o sabiendo a medias, pero daré. No prometo no romperte el corazón, son delicados y frágiles, pero prometo siempre reconstruirlo después, igual no de la misma forma, pero sí de la más bonita. Que por perder, ojalá pierdas las noches conmigo, porque aun perdiendo, contigo siempre salgo ganando, ya sea en polvos, miradas o minutos despiertos, pero siempre gano. Te diría que esperes por otra mejor, que sin duda sería cualquiera, pero te pido que hagas algo más (o menos) cuerda a esta loca que cruzaría un océano y medio por ti a sabiendas de que podría asustarte. Sin duda soy un desastre (natural, sí), pero podría ser tu octava maravilla, en ruinas; podría ser tu reto, tu reto de por fin querer a quien te quiere querer, de querer a alguien que hasta por las noches te hiele porque te destape, alguien tenga vida en la mirada ya no por verte, sino por el simple hecho de pensarte.

Te diría que no te enamorases de mí, que soy complicada, y por qué no, estoy algo rota, pero tú también lo estás, y yo sí que estoy enamorada de ti.