Y siempre estará esa chica
que no tiene nombre de estrella
pero, aunque odie rotundamente
que le llamen así, es parecido;
que siempre estará para escucharte,
cuidarte de la mejor forma que sabe,
quererte incluso a kilómetros.
Es una de la chica más risueñas
de todo el mundo (que conozco, claro),
con una sonrisa preciosa
y los labios un poco partidos;
es morena, la chica es una cubana
y eso es porque nació en cuba
(ni naciste en cuba eres una cubana).
Tiene una forma un tanto peculiar
de hablar con la gente,
¡pero qué forma!,
ahora la gente ya no hace eso:
te mira con ojos de curiosidad,
asiente y entiende,
sonríe y te entiende.
Es bajita, pero aún así
tiene un corazón tan grande
que no le cabe en el pecho
(literalmente, no le cabe)
por lo que siempre va dejando
parte de sí misma
en todas las personas por las que pasa,
a todas las que quiere.
Y es que siempre me sentí vacía,
porque, quien me rodeaba,
no me llenaba,
hasta que llegó ella,
y con sus trocitos de cielo
para llenar mi alma.
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Lluvia de noches
PuisiQuizás el error fue quererte demasiado, o intentar quererte, sabiendo que nunca antes, lo habías hecho.