Mi primer amor | Johnny Orlando.

T2. Cap. 7

Narra Matty.
Flashback (unas semanas atrás).
Todo en mi carrera se iba derrumbando, iba perdiendo suscriptores de mis canales de YouTube. Iba perdiendo seguidores de mis redes sociales.
Y ¿por qué?
Por ti. Todo esto es tu culpa.
Desde que empezaste a juntarte con Johnny y Lauren, te volviste popular. La gente solía conocerte por ser mi hermana, la hermana del famoso chico que hacía covers y se volvió famoso. Ahora no, tomaste fama por tu cuenta.

¿Cómo lo hiciste? Todos ahora me ignoran por ponerte atención a ti.
Siempre en mis videos o en vivos preguntan por ti.
"¿Dónde está Tn? Pensé que estaría en este en vivo, por eso me uní".
"Vine a buscar a Tn, no la veo"
"Matty deberías incluir a tu hermana en los videos, es muy buena onda".
"Matty deberías hacer retos con Tn, Johnny y Lauren"
"¿Ya viste el nuevo video de Johnny, Matty? Tu hermana estuvo genial".
Todos preguntaban por ti, todos solo querían verte a ti.
Los celos me tomaban por completo, no podía pensar bien.
Tenía que tomar venganza de todos, si, de todos. Porque hasta mis propios padres y hermanos me decían que te incluyera en tus videos. ¿Siempre te han preferido a ti o qué?

Para qué fui yo el que quiso hacer una carrera musical para que tú sin hacer nada llegarás y me robaras la fama. No sabes cuánto me esforcé para llegar hasta donde estoy, no sabes cuantas lágrimas y sudor gasté cuando una canción mía no llegaba a las reproducciones que yo esperaba.

Ese día lloré, me sentía solo, vacío, triste y enojado.
Destruí todas las fotos que tenían con ustedes, 'mi familia'. Tú nunca estabas en casa, siempre estabas con Lauren, Johnny o tus demás amigos famosos. Siempre te quedabas a dormir en sus casas, y aunque me avisaras, yo ya sabía que te quedaría con ellos de cualquier forma.

Siempre pensé que sólo eras una fan la cuál Johnny rechazaría, pero me equivoqué. Todo lo que me esperaba de ti, era mentira.
Yo estaba listo para abrirte mis brazos y consolarte cuando alguno de ellos te lastimara. Pero no, nunca lo hicieron. Y aún así, cuando te sentías triste, recorrías hacia el consuelo de ellos.
Tal vez, ¿yo estaba muy ocupado? ¿Pensabas que no te haría caso? Nunca recurriste hacía mi para apoyo o consuelo. Desde que vivimos en Los Ángeles, todo cambió. Solíamos ser tan unidos, que ahora me duele admitir que nos separamos.

Cada día me volvía más loco, la ambición y la ira que sentía tomaron control sobre mi.
Contacté a K, si, tu enemiga. Algún día me contaste sobre ella, cuánto te hacía bullying pero nunca llego a golpes, solo te ofendía verbalmente. Pero claro, yo nunca estuve ahí para defenderte, porque siempre los tenías a ellos.

En fin, no hay que desviarnos del tema. Le pedí a K ayuda, estaba desesperado, necesitaba venganza. Así que conseguí su número. Fue algo difícil, más no imposible.

Ese mismo día que obtuve su número le marqué, le dije todo y que necesitaba su ayuda para vengarme de mi familiar, pero sobre todo tn. Ella accedió inmediatamente y después la cité en un café para platicarlo mejor.
Al principio, el plan era secuestrar a mi familia y darles un susto. Pero después algo cambió, K me había dicho que un susto no los iba hacer cambiar de opinión sobre Tn, ella me dijo que tenían que morir.

Nunca había pensado en matar a mi propia familia, nunca.
Pero el enojo, la ira, los deseos de venganza si.
Después de hablar con K por unos meses, me enamoré de ella.
¿Por qué? Porque ella me entendía y también quería venganza. Ella también entendía lo que se sentía ser remplazada por los demás. Ella me dijo que siempre sus hermanos pequeños recibían toda la atención de sus padres y familiares, y que a ella la dejaban a un lado.

Poco tiempo después, me confesé a K, le dije que la amaba y que quería que fuéramos novios.
Ella accedió y fue ahí que nuestro vínculo se volvió más fuerte que nunca. Ya el plan de "asustar" a mis padres y hermanos había quedado atrás, ahora era matarlos. Se que no sonaría fácil ya que mis padres siempre estaban de viaje de negocios, y pues Josh y Sarah vivían con una tía. Pero no fue así hasta que un día cité a mis padres en el apartamento de K, diciendo que era una emergencia sobre mi carrera. Ellos no dudaron y vinieron corriendo sin importarles la desconocida dirección en donde los había citado.
¿Les había importado la carrera o yo?