Mi primer amor | Johnny Orlando.

T2 Cap.4

Narra Kenzie.
Cuando llegamos al hospital, ya había parado de llover. Nos tuvimos que ir a pie, ya que no teníamos dinero—el cual se había gastado en el café—así que nuestra última opción era caminar.

—Perdón si estoy muy pegado–dijo Johnny sin quitar la vista de enfrente.

No te preocupes, estamos igual.

—Está lloviendo feo, ¿no? No debí haber pedido ese segundo postre, de ser así, hubiéramos tenido dinero para un taxi–solté una risilla mientras miraba a John.

El solo asintió sonriendo y continuó viendo hacia adelante.

—Wow aahh–dije casi resbalándome en un charco de agua; mientras sentía unas manos rodear mi cintura.

—Cuidado idiota, casi te matas–dijo Johnny viéndome a los ojos.

Y por un momento pensé que estaba tratando de ser un caballeroso tratando de conquistarme y hacerme olvidar de Charlie.

—Em, em gracias–dije algo extrañada.

Los dos seguimos caminando como si nada hubiera pasado, hasta que llegamos al hospital.

—Ve con Charlie, debe estar esperándote–dijo Johnny mientras íbamos en el elevador.

—¿Estás loco? ¿Y dejar a Tn sola? De ninguna manera.

—Ándale, ve con él. Quiero estar con Tn a solas; tengo mucho que decirle.

—John sabes que ella-

—Si lo sé, me da igual, solo quiero estar con ella Kenzie. Ven con Charlie, de seguro te ha de estar esperando–dijo y salimos del elevador.

Si quiero ir...
Esperen.
No,no,no.
Tn es primero, dije repitiéndome esas palabras una y otra vez.

—Hola Kenzie, ¿cómo has estado?
–dijo una voz familiar cerca de mi, sacándome de mis pensamientos.

—Ah, Ruby no estoy para tus estúpidas brom-

¡¿Charlie?!
¿Cómo entré en su cuarto?

—¿Dónde está Johnny?–dije ignorando su pregunta de hace un momento.

—No lo sé–dijo riendo–El solo entró aquí—y no se cómo lo hizo, ya que nunca había hablado con el—y pues me contó quién era, y dijo que tenía que hacer unos pendientes.

—Kenzie debiste haber visto tu cara cuando Johnny te trajo; parecía que estabas viendo al espacio. Es como si tu cuerpo estuviera aquí pero no tu alma–dijo riendo levemente.

—Yo... ¿perdón?

—No te preocupes, ahora ven, necesito llevarte a un lugar.

Tn.
Tn.
Tn.
Era lo único que podía pensar.
Mi única obligación (como su mejor amiga) era cuidarla y protegerla. Si Ruby me viera ahorita diría que estoy desesperada por un novio.
Lo cual no es del todo mentira...

Charlie me tomó de la mano y salimos al área verde del hospital. Di un suspiro de admiración al ver todas las flores que habían.

—Siéntate–dijo Charlie apuntando a una banca que está en frente de nosotros.

Me senté y empecé a ver a mi alrededor.