Parsley. Saiyajin Después Del Hipersueño

12- Sentimientos saiyajin

Continúa desde el momento anterior.

—¿Qué le dijiste de mí?

—¿Sobre qué?

—¿¡Qué le dijiste!? Logré oír que hablaban algo, y escuché mi nombre unas veces. ¡Qué le dijiste!

Parsley de igual modo se puso un poco serio, el momento de la comida se había amargado, pero no le quedaba opción mas que aguantarse hasta que pudiera al menos llenar un poco su estómago, de cualquier manera ya se había arruinado la cena para él.

—Terminemos de comer y te cuento.

—Sólo porque tengo hambre, pero luego me responderás lo que pregunté...

Pasaron varios minutos. Al terminar la comida, los saiyajin dejaron el desorden de platos y simplemente se fueron al jardín para hablar.
Parsley no quería hacer contacto visual, cruzado de brazos sin darse cuenta de que ella lo miraba seriamente desde su lado izquierdo. Pero tenía que responderle lo que la saiyajin ruda quería o se llevaría la golpiza de su vida peor aún. Tomó aire un poco fastidiado por el momento y después de amargarse la comida teniendo que aguantarse, habló.

—Te lo diré, porque no me gustaría mentir.

—Entonces habla, ¡qué esperas!

Teniendo la presión encima, le respondió.

—Bulma me preguntó que si había notado algo diferente ahora que estuvimos entrenando, no dejaba de insistir hasta que le dije lo que vi.

—¿A qué te refieres con lo que viste?

—Ahhhh... Pensaba negativamente sobre ti, pero luego vi que eres más de lo que imaginaba, en mi planeta no conocí a nadie con tus poderes.
Bueno, nadie los teníamos, pero no me sentía como ahora que peleo contigo.
Le dije que eres buen oponente, y que... Me parece que eres genial. Es todo. ¿Ya me puedo ir?

Con eso terminó. Queriendo irse del lugar lo antes posible por evitar que lo siguieran interrogando, pues era todo lo que tenía que decir. Aparentemente, Caulifla no mostraba ningún interés en Parsley, pero el hecho de que la superara en una batalla y teniendo un nivel de poder menor hasta unos instantes, en que el saiyajin del hipersueño superó su nivel de poder y alcanzó la fase 2 poniéndose a la par de Caulifla e incluso superándola por un poco más, fue suficiente para que ella le pusiera el ojo encima con el fin de entrenar con alguien más poderoso y así, volverse una guerrera mucho más fuerte de lo que esperaba.
Lo que no creía tampoco en un principio era que Parsley llegara a decir algo bueno de ella y que además le pidiera seguir peleando para entrenarla luego de que casi lograra vencerla, puesto que la ruda guerrera pensaba primeramente en ir contra Son Goku con la meta de derrotarlo, pero al ver que su poder no era suficiente no vio otra alternativa de entrenar con alguien todo el tiempo, ni siquiera con Kale, ni siquiera con Cabba. Hasta pensaba aprovecharse de eso para su propio beneficio, sin importar que después de terminar pudiera desechar a Parsley como algo que ya no le sirve para nada. O tal vez estaba equivocada.

—No pensé que tu opinaras eso.

—¿Esperabas que dijera algo cruel?

~/Preguntó Parsley, extrañado, pues en su mente esperaba que Caulifla se fuera a reír por decir tan suaves palabras a alguien como ella, que desde el primer momento en que hablaron le estaba buscando la forma de hacerlo enojar con lo que sea, una saiyajin como Caulifla no estaba tan acostumbrada a recibir esa clase de comentarios, y si llegaba a escucharlos no los tomaba en serio o ni siquiera les prestaba atención.
Parsley se quedó en silencio, estaba esperando que Caulifla respondiera pero en realidad quien estaba esperando que le dijeran algo más pues era la ruda saiyajin a su lado. Se estaba tardando mucho en hablar, y Caulifla por consecuencia perdiendo la paciencia que por un instante le estaba surgiendo para prestar atención al guerrero del hipersueño. Y no solo la saiyajin del sexto universo se veía en esa situación, desde lo alto del balcón la mujer de cabello azul, Bulma, también se estaba desesperando, los había estado observando con detenimiento y sobre todo a Parsley, pues seguía sin decir nada y el tiempo se le estaba yendo de las manos en tan agradable momento. Apretando los dientes y tomando de sus cabellos por aguantarse las ganas de gritarle a Parsley, murmuró diciendo.