23- El defecto

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•Corporación Cápsula. 8:00am•

No había mejor manera de comenzar el día. Después de un encuentro tan amoroso con esa persona especial lo único que quisieras es volver a verla en ese mismo instante. Era lo primero que pensaba Caulifla cómodamente cobijada al despertar, con la luz entrando por la ventana y traspasando entre las cortinas. Percibiendo el brillo del sol que le hacía entreabrir los ojos figurando una pequeña sonrisa por lo que pasaba por su mente, se sentó sobre la cama y bostezaba estirándose, teniendo a su protegida Kale acostada en otra cama en frente. Caulifla lo primero que dijo en este día fue de sólo pensar en alguien en especial. Parsley.

—Quiero verlo...

Se levantó sonriente, tomando del suelo su pantalón, muñequeras, zapatos, toda prenda para empezar a vestirse y poder salir sin perder tiempo. Era tanta la prisa que despertó a Kale medio dormida por el ruido de tanto movimiento que hacía.

—Mm... ¿Hermana?

—Ah, hola, Kale.

—¿A dónde v-vas?

—Iré a buscar a un tonto.
Bueno, quiero decir mi tonto. Ya sabes.

—¿Segura irás t-tu sola?

—¿Quién crees que soy?
Estaré bien, tu sigue durmiendo.

—Est... Está bien.

Sonrió y se acomodó de nuevo. Caulifla entonces no dudó en irse, mantenía una sonrisa en todo momento, salió cerrando con delicadeza la puerta y siguió caminando hasta el pasillo bajando las escaleras para ir directo al balcón.
En el trayecto se encontró a Bulma con su bata de laboratorio puesta, notando la evidente emoción tempranera en ella.

—¡Buenos días!

—¡Qué hay!

—¿Ah? ¿Saludando...? ¿ Y te ves muy sonriente! ¿Vas a algún lado en especial?

—Jhm, es obvio. Supongo que adivinaste.

—¡Je, je!, está bien, por mi no te detengas.

La saiyajin sonrió negando irónicamente y salió corriendo al balcón dando un salto, emprendiendo suvuelo a toda velocidad en busca de Parsley. Bulma sólo pensaba una cosa viendo a Caulifla desde lejos, además de que Vegeta la escuchó mientras pasaba por ahí.

—Jóvenes...

—¿Qué tanto balbuceas, mujer?

—¿Eh? Nada, sólo admiraba el día.

Mientras, por los cielos pasaba a toda prisa, Caulifla hasta se convirtió en super saiyajin para llegar mas rápido a su destino, de tener la teletransportación dominada no dudaría en usarla, pero prefirió sentir la emoción y las ansias para que fuera más fuerte el sentimiento que tenía. Así pasó por algunos minutos hasta que logró por fin llegar a aquél acantilado donde estaría lo que tanto buscaba, descendió en su forma base frente a la casa semi redonda y blanca haciendo el llamado antes que todo.

—!Tonto! ¿Qué haces?, no me dejes esperando, ¡quiero que salgas! ¿¡Me oyes!?

No hubo respuesta, iba perdiendo la paciencia poco a poco.

Parsley. Saiyajin Después Del HipersueñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora