Parsley. Saiyajin Después Del Hipersueño

3- Segunda oportunidad

Presente, año 780. Volviendo al encuentro con Parsley por un momento.

—Es lo último que recuerdo de esa vez, hasta que salí de otro planeta cercano.

—Tuviste suerte de abandonar el planeta Vegeta en el momento justo —dijo Vegeta.

—Por lo que dices, el impacto que sufriste fue muy duro, pero, ¿cómo es que saliste vivo? —pregunta Goku a la espera.

—A eso voy, no me interrumpan... En ese planeta, un habitante que ahora es un anciano... Lo conocí en mi última misión el mismo día del desastre. A cambio de no conquistar su planeta, me ofrecía varios artefactos de su tecnología pero no eran nada avanzados.

—Supongo que no mostró su verdadera tecnología. Típico de algunas razas —decía Vegeta.

—Sí. Y al final no le acepté nada, dijo que me ayudaría en lo que necesitara con tal de convencerme de no destruir el planeta, pero lo ignoré y regresé al planeta Vegeta.

—Entonces, e-emm, él fue quien te...

—Sí, así es.

Planeta Marusia. Días antes de llegar a la Tierra.

Marusia es un planeta azul oscuro, el aspecto del cielo es como si siempre fuera de noche, se pueden apreciar las estrellas en el espacio.  En una zona apartada del planeta, hay una alta y gran torre de trabajo reluciendo en color blanco, muy futurista.
Ahí, hay un humanoide de piel turquesa clara, con un traje blanco ajustado a la medida y gafas rectangulares contrastando la serena mirada. Contempla el espacio tranquilamente a través del enorme ventanal en su piso de trabajo, muy pensativo.

—Esta vez sí funcionará. Estoy seguro.

Da media vuelta y se dirige a una puerta metálica, entra y cierra detrás de sí.  Caminó al fondo de la habitación hasta una cámara criogénica puesta casi en diagonal. Que le permitiera apreciar bien a través lo que había dentro.

—Vamos a ver. Comando, activa la reanimación nerviosa.

Presiona un botón al costado de la cámara, drena un líquido y al finalizar se levanta el cristal, y entonces la inteligencia artificial de sus comandos procede a la orden. Varios cables muy delgados se estiran para tocar la cabeza del individuo en la cámara, las puntas se adieren mostrando iluminación en todo el cableado por la energía transmitida, dando éxito al anciano investigador por ver que se completa el proceso con el individuo ocasionando que instantáneamente se despierte gritando.

—¡¡Aaaaghhh!!

—¡Al fin! ¡Lo logré! —Celebra cerrando un puño.

—¡¡Madre!!, ¡¡padre!! —gritaba Parsley, desesperado sale de la cámara—. ¿¡Dónde están!?, ¿¡Qué pasó!?

Mira al científico, exaltado con un sin fin de gritos y su mirada enojada.

—¡Tú! ¿¡Quién rayos eres, anciano!? —Eleva su ki haciendo temblar la habitación.

—Lo que temía... ¡¡Hey escúhame!! ¡Tranquilo, estás bien! ¡Déjame explicarte antes de que destruyas todo, por favor! No quiero tener problemas.

—¡Pues los tendrás si no me respondes ahora! ¿¡Quién rayos eres y en dónde estamos!?

—E-es mi torre de trabajo, conocida como instalación.