Parsley. Saiyajin Después Del Hipersueño

5- Una verdad inesperada

Planeta Tierra, en alguna parte de la costa.

Goku y Parsley vuelan sobre una parte la región, se dirigían al templo sagrado de Kamisama. La meta era darle a Parsley un lugar dónde pudiera pasar la noche, que se sintiera cómodo para descansar y tuviera su propio espacio en el que pueda replantear sus planes de vida que tenía en mente desde que estuvo en Marusia. Goku al ser el único que lo acompañaba, le preguntaba algunas cosas a Parsley para ir conociéndolo un poco más, ya que el saiyajin no acostumbraba a hablar mucho, según por lo que Goku pudo notar. Así que hacía lo posible por sacarle unas palabras.

—Parsley ¿cómo aprendiste a percibir el ki? Se supone que ustedes usaban un rastreador y desde que llegaste pues... Dijiste que podías sentirlo.

—¿Tus energías...? Algunos movimientos y técnicas las aprendí de mi padre. El me enseñó a hacer eso.

—Vaya, seguro entrenabas mucho con él.

—Más bien, me mostraba sus técnicas cuando íbamos a las mismas misiones. Pero yo lo practicaba todo cuando me enviaban solo, o cuando estaba solo.

—Debió ser un buen oponente. Me habría encantado pelear con ustedes juntos.

—Qué te digo, era de los mejores de nuestra clase.

—¡Genial!, ¿tú también eras de los mejores?

—...Era. Hasta que me reusé a las órdenes y... ya sabes —Respondió cortante.

—Ahora que lo dices, creí que todos los saiyajin eran muy violentos. ¿Qué no te gustaba ser así?

—Amm, no lo sé... Oye, bajemos ahí.

Parsley cambió de tema señalando un lugar en tierra, para distraer la atención de Goku de que siguiera cuestionandolo de cosas que no quería responder. Los saiyajin descendieron cerca de un acantilado con vista al mar, muy amplio y basto de césped, el lugar más tranquilo y solo que se pudiera imaginar en esa parte de la región. Goku se confundió por un instante luego de que Parsley le pidiera parar ahí por un momento, sabiendo que tenían qué seguir hasta el templo de Kamisama.

—¿Qué sucede, Parsley? ¿Pasa algo?

—Este lugar está bien, me quedaré aquí.

—¿Uh? ¿Seguro no quieres que te lleve al templo? Pueden atenderte para que te sientas cómodo.

—No, prefiero la privacidad, además recordé algo, espera.

—Bueno, está bien —dijo muy confundido.

Parsley abre su cápsula y saca aquél cubo que le había dado Terion momentos antes de salir. Recordando lo que le dijo que podía hacer una vez que decidiera quedarse en un lugar en específico.

—¿Qué es eso?

Parsley: Me lo dieron antes de irme.

—¿Sabes como funciona?

—Sé como activarlo, pero no sé que hace.

Parsley pone su cubo en el suelo y lo presiona.
Al momento, se proyecta el holograma azul de una estructura redonda muy grande, más que los dos saiyajin parados cerca, su forma es parecida a su cápsula de vuelo de Parsley, sólo que de mayores proporciones. En unos pocos segundos, la estructura se volvió sólida. El invento que le Terion le dió, era una casa. Parecida a la cápsula, con su cristal redondo como ventana en un costado, y la puerta de entrada apuntando a la vista al mar, que en cuanto el saiyajin la abriera pudiera ver todo un panorama en cualquier hora del día. Discretamente se apenaba, lejos de sentir un gran afecto, lo único que podía decir Parsley en ese momento, era un agradecimiento.