Historia basada en el mundo mágico de Harry Potter, con los personajes principales de la banda BTS.
Después de la segunda Guerra mágica, con la gran derrota del Señor Tenebroso. La sociedad magica se centra en la contruccion del mundo magico y el...
Jin corría con la misma suerte que su compañero YoonGi, estaban siendo atormentados por magos oscuros, la familia de Jin toda perteneciente a la casa de Slytherin, en la antigüedad ellos habían sido cómplices de los mortifagos, pero se les levantaron los cargos por realizarlos bajos amenazas de maleficios imperdonables como Imperius y cruciatus.
Después de la derrota del señor tenebroso, en el mundo mágico las cosas fueron muy difíciles.
Jin también pasó por momentos difíciles, ya que por varios años vivieron siendo discriminados por la sociedad y alejados, solo se juntaban los alumnos de las casas de Slytherin, pero los que conocían realmente a Jin, sabían perfectamente que él era una persona incapaz de hacerle daño a alguien, acabando con la etiqueta de como seria ser un 'Slytherin'.
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La primera vez que Jin estuvo frente a un mortifago, fue el día que realizo una visita al pueblo de Hogsmeade.
Era un día muy frío, Jin y sus compañeros fueron a tomar una taza de chocolate a un local del pueblo, pasaron una larga tarde ahí compartiendo, antes de marcharse el chico decidió ir al baño, pero justamente coincidencia o no, al volver con sus compañeros, ellos ya no estaban en el lugar.
-¿Qué?...Esto es una broma, ¿verdad?- se preguntó, enseguida se dirigió al garzón preguntando por la cuenta, aquel joven que atendía le contesto que ya estaba pagada y que los muchachos se acababan de ir. Al escuchar esto Jin se entristeció.
Salio del local, yendo camino hacia el tren escarlata que lo llevaría de regreso al colegio, iba con la cabeza agachada, mirando como sus botas se enterraban en la nieve, su túnica oscilaba por el frió viento, su nariz cada vez se colocaba más colorada. El caminar cada vez se hacía más cansador, ya que la distancia era bastante larga y el clima no ayudaba, no se veía ningún alumno cerca, solo un desierto blanco.
Después de un momento de caminar, se detuvo al sentir una bola de nieve en la cabeza, se dio la vuelta confiado que eran sus compañeros que lo había dejado abandonado, pero al ver de que estaba totalmente equivocado, su rostro se volvió pálido como la misma nieve que caía, gritó y comenzó a correr rápidamente.
-¡PETRIFICUS TOTALUS!- menciono una voz ronca, que luego de ver el efecto de su hechizo, comenzó a reír burlescamente. Fue acercándose al chico, que pertenecía quieto como una estatua de hielo – Realmente, me estoy divirtiendo con estos pequeños – deslizo sus gruesos y sucios dedos por los cabellos del chico – Pero sabes me encanta, cada uno es diferente- y continuó – Unos más valientes y otros....ya sabes- comenzó a caminar alrededor de él, como analizándolo – ¿Creías que corriendo te podías librar de mí?,Espero que con esto aprendas que desde ahora, nunca te podrás librar- termino mofándose del muchacho.
Jin escuchaba perfectamente lo que le decía el mortifago, sentía mucho miedo, trataba de poder controlar su mente pero no podía "Esto es una pesadilla, solo una pesadilla, despertaras en cualquier momento"
El hombre se paró frente a él y le dijo –Sacare el hechizo, pero quiero que estés quieto y callado- y agregó – Si no obedeces, te arrepentirás- dijo arrastrando su lengua al hablar.
Jin al no tener el hechizo cayo directamente a la nieve, quedándose inmóvil y callado, trataba de esquivar al hombre, no quería mirar aquella horrible mascara que cubría su rostro.
- ¿Cuál es tu nombre?- le pregunto el mortifago.
- Jin – respondió con la cabeza agachada.
- ¡Mírame, cuando te hablo!- le dijo tomándole el mentón bruscamente, para que el chico fijara los ojos en los de él –El Señor Tenebroso, debe volver, pero sin sus aliados es imposible- y agrego – Necesito mortifagos, y yo no recibo un no por respuesta-
-Tengo miedo- dijo Jin asustado, mientras que su cuerpo temblaba por completo, no lo podía evitar – No sirvo para ser un mortifago, no puedo- termino desesperado, abriendo grandemente sus ojos de horror.
-Si sé que eres un cobarde- dijo pateando la nieve, para que esta le llegara en el rostro al chico, de forma de desprecio –Basta con que seas mi muñeco, mi juguete- sonrió de medio lado, tomándole el cabello y moviendo la cabeza del chico, hacia arriba y abajo, por ultimo hundiéndosela en la nieve.
La piel del chico se volvió inmediatamente colorada al sentir que el hielo quemaba su rostro.
-Por favor, déjame tranquilo- dijo Jin levantando la cabeza de la nieve y a la vez sintiendo que las manos del hombre comenzaba apretarle el cuello.
-¡Levántate!- le ordeno, tirándolo de un poco del cuello, Jin al sentir la presión se colocó de pie –Te dejare tranquilo, pero tú y yo haremos un pacto- sentenció el mortifago, movió su varita y la manga de la túnica del chico dejo descubierto su antebrazo izquierdo.
-¿Qué harás?, ¡No!, ¡no lo hagas!- suplicaba Jin aterrado, tratando de zafarse del gran hombre que tenía al frente, pero aquel empezó a ejercer fuerza sobre el cuello de Jin, mientras que con su otra mano la cual sostenía la varita, le apunto firmemente el antebrazo del chico, formándose una calavera y serpiente –Me perteneces y debes lealtad- y agrego, volviendo a lanzar al suelo cubierto de nieve – Finalizamos por hoy -
Jin se miró el antebrazo izquierdo, tenía la marca tenebrosa, comenzó a sentir un sentimiento de rabia e ira, no podía dejar esto pasar.
- Bombarda- dijo levantándose y lanzando un hechizo al mortifago.
EL hombre fue alcanzado por el hechizo del chico, ya que había bajado la guardia pensando que Jin seguiría actuando de forma sumisa y débil. Aquel hechizo hizo que el hombre fuera lanzado unos metros más allá, causándole unas leves quemaduras, Jin había despertado la ira del mortifago.
-¡Sectumsempra!- gritó furioso el mortifago, corriendo velozmente hacia Jin, el cual no lo pudo contrarrestar.
Jin fue cayendo lentamente, recibiendo grados de cortes superficiales por todo su cuerpo, mientras su visión se volvía borrosa.
- Duele, ¿cierto?, un hechizo realizado con baja intensidad y mira como estas, imbécil- dijo con desprecio y marchándose del lugar.
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Jin debía ser fuerte y lograr caminar para llamar a sus padres, aún estaba débil, pero si continuaba allí, moriría desangrado y de hipotermia. Avanzo demasiados pasos, para su suerte en su camino se encontró con una mujer, la cual lo auxilio en su casa para curar de sus heridas.
-Estoy muy agradecido- dijo Jin, mientras se envolvía en una gran manta térmica, el muchacho, no quiso contar lo que había pasado, solo contó que unos estudiantes querían hacerle daño por diversión, sentía miedo al delatar al mortifago y quizás sería la última vez que lo vería. Al sentirse mejor, no llamo a sus padres y volvería a Hogwarts, el colegio era un lugar seguro
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Lo que no sabía Jin es que aquello recién estaba comenzando, aquel mortifago volvió pero el Slytherin se había convertido en su juguete, gracias al Imperius Jin hacia lo que se le antojaba al mortifago. Llevaban más de 4 ataques a muggles los cuales fueron a parar a hospital, los cuales no fueron informados a la sociedad mágica para no causar pánico en la comunidad y comenzar una pronta investigación.
Las 4 víctimas, su memoria fue modificada para que la investigación no fuera un éxito.
Después de varios días Jin supo, que YoonGi estaba pasando por lo mismo, hizo caso a los consejos del chico, trataba de evitar de estar solo, y fueron disminuyendo los encuentro con aquel mortifago, pero una noticia lo puso muy triste y con una gran preocupación YoonGi estaba siendo acusado sobre los ataques, ya que fue descubierto en una ocasión por un profesor de Hogwarts.
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