Príncipes En Fuga

Capítulo XXI

Son dos los autos que nos siguen, se me es más difícil perderlos y más aún si no conozco las calles por las que vamos. Las chicas continúan agachadas soportando sin seguridad los violento movimientos del coche.

No voy a mentir, estoy muy preocupado por Elizabeth, sabía que su situación no era buena pero, ahora sé que no solo su vida corre peligro, sino que también lo corre su Nación y la mía. De laguna forma terminé involucrado en todo esto, y me alegra. De otra forma no hubiera podido hacer nada para evitar una revolución contra la corono en Condell. 

Entramos a una calle poco transitada con escasa iluminación, detrás de nosotros ya no habían autos, iba a decirles a las chicas cuando un autos se aparece frente mío. Doy marcha atrás oyendo los quejidos de ambas por la fuerza. El segundo auto aparece por la retaguardia, advertí su presencia demasiado tarde e impactamos contra el, no hay tiempo de reaccionar, lo único que atino a hacer es seguir adelante y doblar por la angosta calle a nuestra derecha. Es de un solo sentido por lo que solo puede seguirme uno de los dos autos, el otro afortunadamente parece que no logró reponerse del impacto que le di. O eso creía hasta que al salir a una calle principal, el auto con el frontis despedazado nos esperaba. Aceleré e intenté perderlos de nuevo por el laberinto de cuadras en una de las manzanas.

-¿Están bien?

-Sí, estamos bien ¿Y tú? -Elizabeth me responde asomando su cabeza por un lado de mi asiento.

-Bien.

Veo por todos los espejos en busca de alguna señal de nuestros persecutores, pero nada. Significa que tenmos un pequeño momento para pensar en un plan mejor.

-Escuchen, tenemos que dejar el auto y huir a pie. El auto es un punto grande y localizable, a pie al menos podemos ocultarnos y avanzar a la vez.

-¿Estás loco? Encontrarán el auto -Espetó Katherine-

-Exacto, pero no estaremos en el.

-Marcus, si encuentran el auto, encuentran toda la información de nosotros. Basta con buscar al dueño con la matrícula.

-No tiene dueño, este auto lo alquilé con mi nombre falso.

-¿Llenaste un formulario?

-Sí.

-¿Y que dirección diste?

-La de Caroli... Rayos, averiguarán sobre el departamento de Caroline y buscarán allá.

-¿Qué tal el río Mapocho? -Sugiere de pronto Elizabeth-

-¿El río Mapocho?

-Sí, podemos arrojar el auto al río y deshacernos del sin dejar rastro, o por lo menos un rastro implícito.

-Elizabeth, basta con solo saber la matrícula.

-Quitamos la matrícula de adelante, de atrás, y rompemos los vidrios cosa de que no se vea la inscripción en ellos. No los despistara, pero al menos nos dará algo de tiempo para escapar.

-Conozco el río, no es lo suficientemente profundo ni denso como para que funcione.

-No buscamos destruir el auto, buscamos tiempo.

-Y perderemos mucho quitando las placas y rompiendo los vidrios. Además llamaremos la atención, es muy arriesgado -Debato con ella intentando pensar en otro plan-

-¿Quieres dar vueltas como idiota en el coche toda la noche? -Katherine vuelve a intervenir- Elizabeth tiene razón, es arrisgado pero más factible que entregarles todo y huir a pie.

-No lo sé -Respondo poco convencido-

-Y si no fuera suficiente tiempo -Elizabeth vuelve a tomar la palabra- Llamamos a la policía reportando un vehículo caído al ríos producto de un choque. La policía acudirá al lugar impidiendo así, que nuestros cazadores se acerquen al auto.