Elizabeht Whitmores Lensuá Princesa de Buambrich, debe casarse y asumir como Reina a sus cortos 20 años de edad. Decidida a no esquivar su destino ancestral, decide concederse 6 meses de libertad antes de llegar al trono. Huye fuera de su país e in...
Salio antes a de ayer y ayer mismo. Desde eso esta como en otro mundo, pensativo y distante. Según él anduvo con Nelson, pero él recién mencionado lo negó. No sé que estará tramamdo pero, en tanto mantenga su distancia conmigo no tengo problema alguno. Debido a que estoy furiosa con el y conmigo misma por el incidente pasado, no puedo mirarle a la cara sin sentir culpabilidad y deseo, una combinación que no más que enfurecerme el doble y terminar desquitando todo con Marcus.
Sin embargo, siento que hay algo más. No soy estúpida, y mucho menos lenta, a Marcus le pasa algo que va más allá de nuestra pequeña disputa. De hecho, me parece extraño que este molesto por eso, conociéndole, estaría insistiendo con ello, recordándome a cada segundo lo que pasó entre nosotros sin dejar de repetir lo mucho que anhela que vuelva a suceder, que no se rendirá y bla bla bla. Tampoco quiero inmiscuirme demasiado, si se da cuenta que estoy preocupada por él, lo malinterpretará y volverá a relucir ese coqueteo indiscriminado que tanto desestabiliza mi auto control.
Matt y Caroline se casa en unos 29 días. Ambos están ansiosos y presurosos por casarse lo antes posibles, aún no sé como Caroline planea organizar una boda en tan corto tiempo, este tipo de cosas toma tiempo, todo se prepara con antelación para que no hayan errores. Todos estamos colaborando en lo que podemos, yo ayudo a Caroline con el tema de la decoración, cree que puedo darle ese toque de elegancia y distinción que según sus palabras "con las que nacen las Princesas". Estuve tentada a refutar su punto, las princesas no nacemos lindas, delicadas y finas, las princesas se hacen, no nacen.
En fin, hoy iremos a lo que probablemente sea lo más importante para una mujer de una boda -A parte del novio claro- Caroline, otra amiga de ella y yo, la acompañaremos a que elija su vestido de novia. Matt consiguió una reserva en uno de las mejores boutique de la ciudad donde esperan 10 elecciones de vestidos que Caroline eligió vía Internet.
Las tres, Carolien, Catalina -su amiga- y yo, cogimos el coche de Carol emocionadas por esta travesía. Y pensar que en tan solo cuatro meses y medio, seré yo la que tendrá que probarse vestidos, ordenar decoraciones, invitados, horarios, recepción, etc. Hacerlo para Caroline como ayuda, no debe ser nada comparado con hacerlo para una misma. Caroline está obviamente extasiada, porque se va a casar con el hombre que ama, con el hombre que ella eligió. En cambio yo, ni siquiera sé quien será el próximo Rey de Buambrich, mi futuro marido.
Llegamos a la boutique, bajando del auto a prisa, Caroline daba saltitos por aquí y por allá sobre entusiasmada con todo esto. En la entrada una mujer de unos treina años muy elegante nos guió hasta una exquisita estancia con probadores y zona de descanso. A toda vista teníamos una variedad de vestidos preciosos que colgaban en hilera en las paredes. El lugar gritaba elegancia y comodidad.
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-Por favor, pónganse cómodas. ¿Desean algo de beber? Alguna bebida, trago o jugo si lo prefieren. -Nos preguntó amablemente la jefa del local-
-Yo quiero, si es que tiene, amaretto.-Pidió Caroline.-
