- ¡Detente, fue Dimitri Regelio!
Fue todo lo que necesité escuchar para cubrir mi vista con un velo rojo. Siento asco, ira y vergüenza de mi propia sangre. La misma que es capaz de fechorías tan crueles y bajas como estas. Ser hijo de alguien tan maquiavélico e inescrupuloso, de alguien que casi es el responsable de la muerte de mi princesa, no puede más que causarme un inmenso repudio.
La mano de Elizabeth se ciñe sobre mi hombro irradiando una conciliadora sensación de paz. Hago caso omiso de mi propia rabia e intento aplacar el odio en mis venas, fijando mi vista en Elizabeth quien me mira y me hace pensar *Te quiero* mil y una veces.
-Vamos a casa -Me dice cogiendo mi mano-
Y así, hechizado por su voz la sigo fuera de la casa con la niña en sus brazos, quien al ver a su hermano mayor corrió a sus brazos y se abrazaron entre lágrimas. Todos contemplamos la escena conmovidos.
- ¿Qué hacemos con este saco de escoria? -Los gemelos preguntan sacando al asqueroso traidor-
- Déjaselo a Ryan, él le hará hablar.
- Nosotros con gusto le ayudaremos -Le habló Jean Marc -Camina idiota- Y se van-
- Nosotros deberíamos irnos igual. Hicimos suficiente hoy y francamente no me estoy sintiendo bien.
- ¿Te pasa algo? ¿estás enferma? -Le pregunto preocupado-
- No, solo me siento débil.
Con el dorso de mi mano toco su frente y mejillas para sentir su temperatura. Al notarla fría y con un repentino bajo estado de ánimo, tomo su cabeza entre mis manos y apoyo mi frente contra la suya.
- No estás bien, te llevaré a descansar.
- Deberías ir a palacio, no hay mejor lugar para que descanse -Interviene mi inoportuno hermano-
- Eres muy amable Antoine. Pero, no gracias -Responde ella alejándose de mi cercanía-
- Si algo te está pasando, estaré más tranquilo sabiendo que te están cuidando bajo el mismo techo en el que estoy.
- Conmigo es donde está su seguridad, hermanito -Exclamo con toda la alevosía de enviar un mensaje mal intencionado.
- Pero, en ese lugar no descansará bien, si algo sucede...
- A ver, yo creo... -Elizabeth para en seco y me mira- Que lo hablaré un momento con Marcus -Me toma del brazo y me aleja - ¿Le dijiste a tu hermano dónde nos estamos quedando?
- No ¿Por qué?
- Él sabe dónde. Dijo "en ese lugar" dando a entender que lo conoce. El problema no es que lo sepa, si lo averiguó por su cuenta no fue con malas intenciones; lo que me preocupa es que Dimitri lo averigüe igual de fácil. Cuando se entere de que su plan falló, temo que pueda tomar represalias que involucren a los de block.
- ¿Dices que va a atacar el block residencial?
- Exacto.
- Me gusta esa mirada ¿Qué tienes en mente?
- Dicen que es mejor mantener a los enemigos cerca, y yo digo que vayamos directo a la boca del lobo.
- Tiene sentido.
- Sé que es peligroso porque, estaremos en su propio campo de juegos un poco a la deriva. No obstante, estamos cerca de tu madre, podemos cuidarla y vigilar más de cerca a tu padre.
- Es muy arriesgado.
- Sí, pero solo serán dos días hasta que tengamo los resultados de la demanda.

ESTÁS LEYENDO
Príncipes En Fuga
RomanceElizabeht Whitmores Lensuá Princesa de Buambrich, debe casarse y asumir como Reina a sus cortos 20 años de edad. Decidida a no esquivar su destino ancestral, decide concederse 6 meses de libertad antes de llegar al trono. Huye fuera de su país e in...