CAPÍTULO VII

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Solo tiene que tener sentido, y tal vez... la vía no tenga un maldito sentido. Así hacemos lo que siempre hacemos. Continuamos avanzando. Porque estos idiotas solo quieren lo que hemos estado construyendo por tanto tiempo. ¿Bien?



DiProk, hace seis años. Guerra Oscura.

El frente de DiProk estaba repleto de invasores, tropas del Este intentaba conquistar tierras vecinas y ya llevaban varias muertes.

¿Cómo definir esta innecesaria guerra? La frase anterior lo había hecho.

El reino vecino era basto en agua potable y combustibles, además de sus despensas repletas de tabaco, era una de las muchísimas razones que tenía Kenneth para continuar con la batalla dejando de lado la diplomacia, lo poco que quedaba de la antigua sociedad que era la tierra, los gobiernos habían decaído y los humanos se dedicaban ahora a matarse unos a otros, en un intento de sobrevivir levemente en el nuevo mundo.

Era matar o morir.

El ejército del Este avanzaba con brusquedad sobre el desierto, todos cubiertos de armaduras de plata y empuñando armas de fuego, pero les esperaba lo peor al llegar a DiProk.

Todo su pueblo ignoraba la batalla, cada quien haciendo lo cotidiano, incluso ya siendo de noche las personas seguían vagabundeando por las calles.

Era silenciosa, toda su casa estaba calmada y hasta se podía oír como respiraba su hija, Mael esperaba sentado en la cocina, con un cigarrillo entre sus dedos y la mirada fija en su puerta, hasta que se abrió dejando entrar a Dahlia.

-¿Dónde estabas?-preguntó lanzando el humo.

-No te interesa-negó frunciendo el ceño intentando seguir su camino.

Ella arrastraba sus palabras, su caminata era lenta y torpe, de inmediato Mael notó donde y que había estado haciendo, la detuvo con su brazo mirándola a los ojos.

-Tienes razón-asintió pesadamente- No me importa un carajo donde estabas, no me importa un carajo el porque nos dejaste solos y no me importa un carajo donde estabas cuando ella tenía hambre. Porque...

-No comiences Mael-negó poniendo su mano frente a él.

-Porque soy un completo idiota por ti Dahlia-susurró tomando sus manos.

-Me iré a dormir, hablamos mañana-dijo alejándose indiferente.

-No lo creo-ella se detuvo en el pasillo de espaldas aun- Tengo que irme ahora, soy centinela-suspiró.

-¿Te irás?-se giró molesta- Por eso sigues despierto, nos abandonaras para morir en ese desierto.

-Dahlia es por el bien del reino, es para que nada les suceda-suspiró.

-El reino se puede ir a la mierda- exclamo acercándose a él, tirando en su camino unos vasos.

-Despertarás a la niña-la sujetó por los brazos- Me iré ahora, solo procura que en este corto tiempo Alú no piense lo peor de su padre y no se entere que su madre es una ebria.

-No vuelvas si quieres-murmuró sentándose donde antes la había esperado él, y lloró, como hacía años no lloraba o al menos no por su esposo.

Mael le dio la espalda a duras penas y conteniendo sus pobres lágrimas, salió lo más pronto que pudo de la casa y se encaminó hasta la entrada de la ciudadela.

El amor era vívido y ellos no se sentían así, ciertamente.


Matarás fuera del Cielo. [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora