XLII

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Porque estoy asustado de todo lo que no conozco.

Porque lo quiero todo, pero no todo es oro.

Y estoy asustado, pero sé que no será por mucho tiempo.

Porque estoy aprendiendo lo que debí aprender antes.

...

-¿Qué les pasa? Tiene familia, tiene seis años-negó Lyra mirándola.

-Déjenme ir con ustedes -suplico la niña de cabellos castaños-No tengo familia, nadie me buscará. Pero tengo una misión en el lugar a donde van-suspiró ladeando la cabeza.

-Kaira Seraphini-la observó Darian- ¿Qué quieres hacer con éstas chicas a dónde van?

-Mi señor, se corre el rumor que mis padres están en la Tierra Extinta, que son libres, que no soy hija del cielo-sonrió reverenciándose.

-Puedes acompañarnos-asintió la rubia-Sólo tendrás que portarte bien y aprender a defenderte, porque tenemos nuestros problemas.

-¿Kaira? Ella es una muy buena guerrera- sonrió Darian.

-Eres rebelde-elevó una ceja Zenda- me agradaba.

-Súbanse al auto, perdemos el tiempo-exigió Lyra.

-Fue un placer que visitarán mis tierras jóvenes musas-sonrió Darian besando el dorso de la mano de Lyra-Ojalá nos volvamos a encontrar.

Kaira se sentó junto a Cali y Zenda, en la parte trasera del auto, pasando una cinta azul por su cabello rizado. Máx se estaba comenzando a dormir en los brazos de Alea, tapado por un cobertor de tela fina, color violeta, parecía un capullo de rosa que embobaba a la joven con sus ligeros murmullos y suspiros.

-¿De dónde vienes Kaira? Cuéntanos tu historia- insistió Lyra mirando sobre su hombro a la niña.

-Me llamo Kaira Seraphini, me dicen hija del cielo-suspiró mirando sus manos- nadie conoce mis orígenes, ni mi familia, ni mi pasado, ni siquiera yo lo sé. Crecí en las calles desmoronadas de Kaos, cuidándome por mi misma, creciendo de los escombros, criándome junto a los rebeldes del Príncipe.

-¿Sólo tienes seis años?-preguntó Zenda enrollando un mechón en sus dedos.

-Soy una rebelde, soy la hija del cielo-respondió sería.

-Me agradas niña-sonrió Lyra.

-Hace meses que se corría el rumor por las calles que mis padres provenían de la Tierra Extinta y que yo estaba en Kaos porque me habían secuestrado unos soldados durante la guerra oscura-continuó la niña.

-Nosotras te ayudaremos Kaira-asintió Alea ladeando su cabeza.

-¿Quién es la madre del bebé?-preguntó la niña.

-Yo-sonrió Lyra-Es mi hijo de corazón.

-No entendí -rio la niña.

-El niño no es mi hijo pero lo criare como si lo fuera, Máx es el futuro Príncipe de la Tierra Extinta y tu deber es cuidarlo-sonrió.

-¿De dónde vienen?-preguntó rascando sus ojos.

-De DiProk, éramos esclavas del supremo-contestó Cali- nos escapamos hace días, ahora somos buscadas por recompensas enormes y por todo el desierto.

-¿El Supremo?

-El mismo-asintió Lyra.

-Hay un auto demasiado cerca-señaló Zenda mirando desde su lugar.

-¿Tiene bandera?-preguntó Alea cubriendo a Máx con su pecho.

-No hay nada de banderas-negó volviendo a mirarlas.

-¿Qué haremos?-preguntó Alea.

-Lo que sabemos hacer...-metió un cambio más-sobrevivir.

De un volantazo el auto dobló en dirección a donde estaba el auto, Lyra apretó el acelerador a fondo, dispuesta a encontrarse de frente con el auto desconocido, el mismo auto que rondaba por el risco, con el casco sujeto a su cabeza y sus manos cubiertas en unos guantes de cuero sin dedos.

Lyra sonrió de lado, sabiendo que lograría reconocerlo al fin.

Desenfundo el arma que tenía apuntando con su brazo derecho sobre el izquierdo que mantenía el volante, de una mirada fugaz le dio a entender a Alea que tomará su lugar y les diera a las chicas a Máx. Se paró sobre su asiento saliendo por el Tragaluz que tenía la parte superior del auto, entrecerrando sus ojos al ver su objetivo con mayor forma, un disparo fue a parar al capote de la camioneta, maldiciendo en voz baja se agachó al ver al sujeto tomar algo que estaba atado al mando.

-Protege al niño Kaira-exclamó Lyra volviendo a subir.

-Protege al Príncipe-secundó Cali.

Zenda y Calíope desenvainaron sus defensas, el bate debajo del asiento y el machete en la parte trasera de su cinturón.

Kaira las miró asintiendo con el bebé en brazos.

Lyra disparó tres veces más, elevando simplemente la Tierra a un lado de la camioneta que zigzagueaba en dirección a ellas. Los nervios aumentaban, al igual que los tonos anaranjados en el lugar.

El conductor desconocido frenó en una nube de polvo enceguecedor, obligando a Alea a frenar de forma inmediata, golpeando a Lyra con el borde del techo, Máx comenzaba a despertarse, sollozando en los brazos de Kaira.

El humo se disipo al cabo de segundos, dejando ver al conductor misterioso parado fuera de su auto, con una bandera blanca y roja. En señal de paz.

Lyra dudó unos momentos hasta que finalmente salió en su búsqueda, con el arma en la parte trasera de sus botas y la pequeña daga en el pie contrario.

-¿Quién eres y por qué nos estás siguiendo? -preguntó firme parándose derecha frente a él.

-Mi nombre es Kit, Kit Passenger y mi misión es protegerlas-dijo quitándose su casco-¿O acaso no me reconoces Lyra?

Matarás fuera del Cielo. [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora