CAPÍTULO XIX

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De repente, la vida se siente tan lejos, sin errores pudiste haber sido tu.
Pienso todos los días, si seremos los mismos. Ojala eso fuera verdad.
Podemos estar por los suelos. En una caja gritando mas…

Se que me quieres

                    ♢♢♢



Las hembras volvían al harén, agotadas, a las doce de la noche, hambrientas y asqueadas al mismo tiempo. Calíope se había recargado en el hombro de Lyra, tomando su mano al caminar.
Es cualquier cosa, es sentirse como una cosa, es caminar sintiéndose sucia y asqueadas con el cuerpo al cual alguna vez se amó, porque es verdad. Amamos nuestro cuerpo. Tenga o no senos, tenga o no el estómago plano, y tenga o no el trasero de manzana.
Vamos caminando en un agujero negro.
Al llegar al harén Madame les había dejado bandejas con un poco de comida y agua, Holly esperaba a su hermana despierta, molestando a Zenda y Alea para que no se quedarán dormidas.
Cali se sentó en el suelo con la bandeja entre sus piernas, al igual que Lyra, y ambas miraron a sus amigas con atención.
-¿Qué sucede?-preguntó finalmente la rubia.
-Nada-sonrió Holly.
-No nos esperarían despiertas por nada. Las conozco-murmuró llenando su boca de pan.
-Se un poco educada al comer, Lyra-dijo Zenda.
-Mael vino a visitarnos-suspiró Alea frotando sus cienes.
-¿Qué quería?-preguntó Calíope.
-Informarnos de la nueva situación que hay en el palacio-dijo Zenda.
-¿Situación?-ambas fruncieron el ceño.
-Si. Efectivamente. Los hijos del rey quieren embarazada a alguna de nosotras para ser el primero en heredar el trono-resumió Holly apoyando su espalda en las piernas de Alea.
-¿Así como así?-preguntó Cali.
-Joder, hay que tener cuidado-murmuró Lyra mirando sus manos-Ya tenemos suficiente con Neferet.
-¿O sea que el plan de escape se adelanta un poco más?-le miro Zenda enarcando una ceja.
-Si. Máximo tendremos que irnos el mes que viene.
-¿No les parece un poco arriesgado? -preguntó Mael a sus espaldas.
-Joder, deja de aparecer de esa forma-murmuró Calíope.
-¿Estas bien Lyra?-preguntó cerrando el pasadizo y llegando junto a ella.
-Yo también tuve que acostarme con el hijo retrasado del rey-dijo Cali alzando la mano.
-Como te gusta arruinar el momento colorada-exclamó Alea pellizcando su brazo.
-Creo que aparte de estas pequeñas marcas en mis brazos, Adirán no me hizo nada más-dijo la rubia mostrando los moratones cerca del ante brazo.
-¿Y esos en el cuello?-señaló tocándole.
-¿Jamás has follado con una mujer?-enarco una ceja dando a entender lo obvio.
-No entendí -dijo Holly alzando la mano.
-Deberías ir a dormir hermana-sonrió de lado sin quitar la vista de Mael.
-Yo tampoco entendí -dijo Zenda imitando a la pequeña.
-Vamos todas a dormir-dijo Alea suspirando.
-No puedes dejar que ese sujeto te haga eso-negó.
-Es el primer hijo del Supremo.
-Tienes razón… no puedes hacer nada.
-Bueno, general no quiero ser descortés pero necesito mi sueño de belleza-murmuró Alea dando la espalda a ambos.
-Me voy-dijo parándose.
-Gracias por preocuparte Mael, eres uno de los pocos dentro de este palacio-dijo Lyra sonriéndole cuando abría la puerta del pasadizo.
-Claro-dijo indiferente.
Él se dio media vuelta, entrando a la cueva, pero Lyra lo detuvo de la mano, haciendo que se girará a verla sonreírle.
-Sé que me quieres Mael-le soltó la muñeca y volvió junto a las demás hembras, acostándose junto a Holly.

Matarás fuera del Cielo. [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora