Matarás fuera del Cielo. [COMPLETA]

CAPÍTULO L

En éste mundo que ha dibujado alguien tan solo sé que no quiero hacerte daño, lo recordare por siempre sin dudar.

...

Los soldados se abalanzaron hacia ellos empuñando sus espadas, sujetaron a Mael y Kit de los brazos, poniéndolos frente al Supremo quien los miró con detenimiento.

-Los creí muertos-asintió- Ahora lo serán-rio.

-Me temo que te quedarás con el gusto-dijo Lyra sacando su arma y disparándole a uno se los soldados que sostenían a los muchachos.

-Tu castigo en mi palacio será severo- dijo Kenneth acercándose hasta ella-A ti y todas esas malagradecidas que te siguieron, que me quieren robar a mi heredero.

-¿Tu heredero? ¿Volver a tu palacio?-carcajeó acercándose más- ¿Acaso crees ser tan poderoso? Lo único que quiero de tu parte es al hijo que engendraste con mi hermana, anciano miserable y asqueroso-dijo apretando aún más su mandíbula y colocando su daga en el cuello.

Mael de inmediato golpeo al soldado de su derecha, cortándole el cuello a quien sostenía a Kit de los brazos, Calíope aprovechó los movimientos y golpeó el cráneo de uno de los guardias haciendo que soltara a Alea y ella se pudiera defender.

Kit peleó contra dos soldados golpeando la cara de uno de ellos y atravesando el estómago del otro con su espada, le sacó la suya al soldado muerto degollando de un solo movimiento a su otro contrincante. Zenda estaba atrapada entre cuatro soldados, agitando su machete por todas partes para que no se le acercaran ninguno, Alea vio su situación ayudándole al rozar el filo de su sable por la espalda de dos de ellos.

Mael golpeaba con ira al primerizo del Supremo, siendo una pelea reñida, Adirán lo sujetó contra el suelo, ahorcándolo mientras sonreía.

-Escuché que te habías enamorado de mi hembra- carcajeó- Lyra nunca te miraría.

Mael alcanzó su espada que estaba en su espalda, golpeando a Adirán en la cabeza y volteándolo.

-Es gracioso pensar que ella se escapó conmigo y no se quedó en tu dichoso palacio-sonrió haciendo el movimiento dispuesto a cortarle la cabeza.

Adirán se giró sobre su espalda pateando las piernas del general, riendo de lado y desenfundando su espada de igual forma.

Lyra tenía a Kenneth a su merced, el pobre infeliz apenas podía respirar, menos podría soportar el golpe de una escopeta como la que tenía, desenfundo su pequeña arma sonriendo de lado al verlo intentando disimular su miedo.

-Es gracioso cuando te conviertes en la presa de la caza-murmuró acercándose.

-Tú no me harás nada-negó ladeando su cabeza hacia la derecha.

-¿Qué carajos estás viendo?-dijo mirando hacia donde estaba.

Un soldado entraba hacia el auto de las chicas, Kaira tenía a Max en los brazos y estaba armada con una daga, específicamente la daga de Alea, amenazando al sujeto que quería llevarse al niño, de tres movimientos le enterró la misma en su mano, clavándola al asiento.

-Nadie se llevará a Max-desafió sonriendo de lado.

Lyra le disparó en el brazo a Kenneth molesta.

Otro soldado sujetó del cuello a la niña, quitándole de los brazos al bebé y golpeando su cabeza contra el asiento del auto, Lyra la vio asustada siendo arrastrada desde sus espaldas, hasta la camioneta, su arma se cayó al suelo mientras Kenneth reía viéndola ser arrastrada hasta su caravana.

De un codazo lo empujó, corriendo hasta donde estaba el soldado, Kaira se bajó lo más rápido que pudo del auto, tomando el arma de Lyra que estaba en el suelo, viendo como todos luchaban para poder escapar.

Apuntó hasta donde estaba su hermanita forcejeando con el guardia que quería llevarse al niño, que lloraba sabiendo lo que sucedía.