CAPÍTULO X

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Es malditamente tarde para llorar, es malditamente tarde para contar las razones por las que YO NO TE AMO.



-¿Para qué me necesitan?

-Neferet está embarazada-dijo mirando a las demás- del supremo.

-¿Eso que tiene que ver conmigo?-preguntó mirando a Calíope.

-Nada, olvídalo no tiene nada que ver contigo-suspiró volviendo a sentarse con las demás.

Mael la vio sentarse, sin cambiar su expresión de indiferencia y ella de molestia, aunque por dentro él no se sentía así, Lyra tenía unas inmensas ganas de golpearlo y las demás lo percibían al punto de alejarla lo más posible.

Anaé resopló parándose para ir con las demás, cada quien se quedó en su lugar, sin decir palabra alguna, ni tocar el tema.

Holly llevo a su hermana de la mano hasta la fuente y allí le pidió que le hiciera una trenza, Calíope le ayudo consiguiendo un par de flores pequeñas de color lila y se las colocaron entre la trenza.

Alea y Zenda fueron donde estaba Mael, acorralándolo en la pared de vigilancia, dispuestas a regañarlo como solo una madre puede hacerlo.

-¿Por qué le hablaste así a Lyra?-dijo Zenda.

-¿Debería de hablarle de otra forma?-enarcó una ceja.

-En serio, necesitábamos tu ayuda-suspiró.

-¿Qué tiene que ver Neferet y su hijo conmigo?

-Tiene que Lyra quiere sacarlo de aquí-dijo Alea.

-Es una locura-negó apartándose levemente- Nadie puede salir o entrar sin el permiso del supremo.

-¿Y por qué crees que te necesitamos? Tampoco eres tan indispensable para nuestras vidas-dijo Zenda, quien recibió un codazo de parte de Alea al terminar de hablar.

-Lo que Zenda quiso decir es que tú eres la única persona en la que Kenneth confía y por lo tanto eres una parte indispensable en el plan-sonrió Alea.

-¿Dónde planean ir?-dijo él apoyándose en la pared.

-Encontraremos un lugar-suspiro Zenda.

-Por eso Lyra quería hablar contigo-dijo Alea- Pero ahora la hiciste enojar y ella es temperamental.

-Está bien.

-¿Está bien que?-exclamó ella- Vas a hablar con ella y resolverás esto, porque todas queremos oír sobre ese plan de escape y un lugar donde no nos llamen prostitutas.

-El supremo manda a llamar a las hembras al harén, dice que es hora de hacer su trabajo-dijo un ánima parándose junto a Mael.

Su camino de vuelta fue algo incómodo, las chicas estaban nerviosas porque Neferet no había vuelto, luego del anuncio Kenneth había ordenado que fuese junto con él al salón de ánimas y ya habían pasado una hora y no volvía.

Le habían hecho un nuevo vestido a Neferet, de color violeta, bastante holgado para que llevara su embarazo en paz con él y Kenneth había prometido no volver a tocar a Neferet hasta que diera a luz, por algunos meses sería libre, a medias.

En los asientos se encontraban los cuatro hijos del supremo, esperando a sus esclavas, cada uno con una sonrisa enorme, las doce chicas se pararon en medio circulo frente a ellos esperando, hasta que Adirán dio un paso al frente y alzando una ceja en dirección a la izquierda.

Matarás fuera del Cielo. [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora