¿Recuerdas todas las cosas que queríamos?
Ahora todos nuestros recuerdos están embrujados.
...
Las montañas de arena cubrían hasta donde llegaba la vista, pareciendo un mar de plata pues la luna las pintaba alegremente, denotando la paz del desierto, la serenidad del paisaje, mientras el viento acallaba los susurros de la futura guerra.
Se podía escuchar el sonido de las armas a lo lejos, se oían los llantos y los gritos, cubiertos de un suspiro de alivio por parte de Lyra quien veía aclararse el cielo de a poco.
Una moto la sorprendió llegando junto a ella, sin luces y casi sin sonidos, frenó donde estaba el auto de Kit y se bajó de ella un sujeto con un piloto de cuero negro y un casco del mismo color.
La rubia no sabía si huir o no de la persona que se acercaba a ella con pasos lentos y firmes.
-¿Me extrañaste?-dijo sin quitarse el casco.
-¿Te conozco?-respondió con otra pregunta.
-Lyra-suspiró riendo de lado.
Se sacó el casco, forzando a la chica a que intente descubrir quién era, pero unos ojos color miel y la barba de una semana que traía la hicieron sonreír al saberlo.
-Mael-dijo parándose.
-Señorita D'Lamy-sonrió de lado acercándose a ella.
-¿De dónde vienes? ¿Cuándo escapaste? ¿Te quedarás con nosotras?-preguntó sentándose de nuevo.
-Demasiadas preguntas-suspiró sentándose junto a ella.
-No me respondas nada-negó cruzándose de brazos.
-¿Tabaco?-preguntó pasándole un cigarrillo.
-Extrañaba esto-sonrió tomándolo.
-Extrañabas mis cigarros-suspiró viendo el horizonte.
-¿Cuánto nos falta?
-¿Para qué?
-¿Cuánto nos falta para ser relativamente libres?
-La libertad prácticamente la estás sobreestimando, no será que pasaremos ese puente y ya sentirán un cambio radical-la miró- Cruzaremos ese puente y ya no serán buscadas, ya no tendrán que huir, eso será todo.
-¿De eso se trata este viaje? ¿De aprender el significado de libertad?-preguntó mirándolo de reojo.
-Así parece-asintió.
-Ya está amaneciendo, iré a despertar a los demás-dijo parándose.
Las chicas salieron de inmediato a saludar al recién llegado, junto con Kit, menos Kaira y Max que Lyra estaba despertándolos.
A los quince minutos la rubia salió con él bebe en brazos y la niña de la mano, dispuesta a mostrarle a Mael las dos criaturitas que las acompañaban.
-¿Quiénes son?-preguntó mirándola confundida.
-Me llamo Kaira Seraphini-sonrió la niña tomando la capa de Lyra con una mirada intentando descifrar lo que quería.
-Un placer Kaira, soy Mael el general-sonrió extendiendo su mano.
-Y él es Max, nuestro querubín-dijo Lyra meciendo al niño frente a él.
-¿Es hijo de...?
-Neferet-asintió.
-¿Dónde está? Quiero verla-sonrió feliz.
-Neferet murió un día después de dar a luz-dijo Calíope.
-Está muerta-finalizó Alea abrazando a Zenda por los hombros.
-Ya deberíamos partir-dijo Lyra intentando no pensar en Neferet.
Se montaron en los autos corriendo hasta el norte, cada uno en su vehículo.
Y quizás el reencuentro no era como se esperaba, quizás fue más frío y más burdo que los encuentros esperados de las novelas, reencuentros como las leyendas contadas de boca en boca sobre los dioses, reencuentros con lágrimas y besos. Pero ¿cómo reaccionas ante algo así? ¿Cómo puedes ser afectivo? ¿Cómo abrazas a alguien que fue indiferente?
Quizás las preguntas que brotaban de la cabeza de Lyra eran solo pura negatividad, ésa que brota cuando el lado bueno de nuestra mente se toma una siesta.
Kit guiaba a la pequeña caravana que habían formado, siendo el primer auto en la línea, a su derecha estaban las chicas y en la izquierda la moto de Mael.
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Matarás fuera del Cielo. [COMPLETA]
Science Fiction¿Cuándo el mundo se fue al carajo? ¿Cuándo dejamos de ser humanos? ¿Cuando las mujeres nos convertimos en simples objetos de un "rey" pagano? ... El deber de devolver éste mundo egoísta a una estabilidad moral está en seis simples hembras del Suprem...