Cap 23

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A como pude y reuniendo toda mi fuerza de voluntad me separé de él, teníamos la suerte de que el lugar era un tanto oscuro y que estábamos junto a varios autos y la vista no era muy accesible, aquello se nos estaba saliendo de control. -ya basta, para, espérate Chris, ¿qué no puedes mantener tus manos fuera de mi cuerpo?

-se me hace imposible tenerte tan cerca y no poder tocarte, besarte. -respondió acercándose a mi nuevamente, di dos pasos hacia atrás y para mi mala suerte topé con una camioneta que estaba tras de mi- no huyas de tu depredador Dulchi, sabes que te pasa lo mismo conmigo.

-¿Por qué eres tan egocéntrico? -dije deteniendo su acercamiento poniendo una mano sobre su pecho.

-porque se que te encanta, el brillo en tus ojos cuando juego así contigo me lo dice. -dijo tomando mi mano y dándome un beso sobre ésta me pegó de un tirón hacia él haciéndome gemir al instante, su mano izquierda se posicionó sobre mi espalda baja y con su mano derecha tomó mi cuello, rozando sus dedos sobre mi piel llegando hasta mi cabello tirando de él un poco haciendo mi cabeza hacia atrás para lamerme y besarme con ferocidad.

Escuchamos tacones resonar sobre el frío asfalto del estacionamiento y murmullos femeninos acercándose cada vez más hacia nosotros. Lo alejé de mi de golpe -te dije que no, Christopher, vámonos antes que nos vean dando un espectáculo, dije halando su mano y caminando hacia mi auto.

-creo que lo que me pone más es la adrenalina por el miedo a ser descubiertos infraganti o con las manos en la masa -dijo riendo y caminando a mi lado haciendo un gesto con sus manos como si masajeara senos.

-que asqueroso eres. Quien te viera todo responsable y maduro. -dije con fingida molestia, la verdad era que me divertía mucho.

-alto Dulce, espera, no he sido ni responsable ni maduro, ni nada. ¡oh Dios! -dijo exaltado y llevando sus manos a su cara y moviéndose acelerado- ¿cómo es posible que haya hecho eso, cómo se nos pudo haber olvidado?

-¿qué pasó? ¿por qué te pones así? -no tenía ni la más mínima idea de que hablaba, estaba fuera de si y no sabía el por qué.

Me tomó por los hombros y sacudiéndome me miraba fijamente a los ojos, quería reírme me estaba poniendo nerviosa y así no podía tener seriedad. -tuvimos sexo sin protección, Dul la última vez que estuvimos juntos no nos cuidamos, somos unos irresponsables. -iba a soltar en carcajadas no podía aguantar mas, estaba así por eso.

-¿Y? -le respondí con simpleza ante lo que como respuesta de él obtuve una cara de estupefacción y unos ojos abrirse de par en par. No pude más y me reí fuerte con ganas.

-que en este mismo momento puedes estar embarazada, por enfermedades y esas cosas no me preocupo se que estás sana confío en ti, aunque no debería.

-oye no seas un estúpido. -lo interrumpí alterada.

-no cariño no es por nada pero uno no puede andar así por la vida, sin cuidado, es mejor estar seguro, no es por ti, lo digo en general. Pues yo por lo menos, bueno tu sabes. -solo asentí no hablé porque si lo hacía me volvería a reír- me preocupa que en este momento tu estés embarazada.

-no sé. - dije fingiendo estar despreocupada- si es así tendrás que casarte conmigo y respondernos a los dos. -llevé mis manos a mi vientre acariciándolo como si de verdad hubiera algo dentro.

Una sonrisa estúpida se formó en su cara, fijando sus ojos en mi vientre totalmente plano para luego pasar a una de susto. -tenemos que ir a una farmacia ahorita. -dijo caminando hacia su auto.

-Christopher ¡espera! -dije corriendo tras él y tomándolo del brazo le hablé- espera no te preocupes.

-esto es suficiente para tener preocupaciones para toda la vida, no me pidas que no me preocupe. Un hijo no es un juego, es una responsabilidad muy grande.

Dulce PerdiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora