Eros

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Vi a Laurence hablar con Emil y Sara para luego irse de ahí.

Preferí dejar a los enamorados por ahora, luego buscaría la forma de saber si Laurence les dijo o no la verdad.

Seguí casi todo el día al chico hasta que llegó a un parque, ya de noche.

-Dudo mucho que no me hayas sentido en todo el día.- Dije ya saliendo de mi escondite, aunque por su cara de impresión, me doy cuenta que nos han inteligente como pensaba.

-Oye, ¿tú no estabas muerto?- bufe.

-Momaru es el que está muerto.- dije acercándome a él.- Así que no esperes que te paguen por tu trabajo.-

-No Yuuri, Momaru no era la persona que me iba pagar.- dijo sonriendo

Me enojaba la hipocresía de ese chico, nunca me había caído bien, pero Mila e Isabela lo querían mucho.

-¿Sabías lo de Mila?-

Laurence solo negó con la cabeza.

-¿Qué les dijiste a Emil y Sara?-

-¿Para qué quieres saber lo que les dije?- el chico me hizo cara al fin.- Oh vamos, según entendí eres un asesino, si ellos se enteran que ¿los mataras?-

-Tendría que hacerlo.- También lo tuve que haber hecho con Isabela, pero ella para mí era diferente y siento que aun puedo confiar en ella.

Puede ser un grave error, pero estoy dispuesta a aceptarlo.

-Asesino, pero no entiendo varias cosas, que me gustaría aclarar...- Yo también tenía dudas.

Había ido a una florería, una boutique donde compro un smooking y después fue a comprar una funeraria.

Si él no sabía que Momaru estaba muerto, ¿Para qué ir a esos lugares?

-Me contrataron para matarte y me dijeron que esto era una venganza pero la persona que me contrato me pidió primero encontrar al idiota que no te pudo matar.-

-¿Momaru?- Laurence solo asintió.

-Si, después me cambiaron el plan y solo me pidieron llevarte con él... ¿Por qué?-

-¿Quién te contrato?-

-No puedo responderte.-

-Entonces yo tampoco.-

Laurence se llevó la mano a la cabeza se sacudió el pelo, estaba bastante nervioso.

-Nos ven, nos siguen siempre y tú no te diste cuenta nunca.-

La cara de Laurence era todo un poema, tenía miedo, bastante miedo, como si supiera que algo malo fuera a pasar.

-¿Quién nos sigue?-

-Siempre te han seguido, ellos causaron la explosión.-

- ¿Qué explosión?- No sabía lo que decía hasta que la imagen de la casa de Leo vino a mente.- ¿¡Quién me quiere matar!?-

-La graduación Yuuri, ¡la graduación!- Laurence estaba empezando a llorar, estaba preocupándome mucho.

-¡De que mierda hablas Laurence!- Pero no pudo decirme más.

Una bala, una bala directo a su cráneo que lo hizo caer en un instante. El chico tenía razón, nos estaban siguiendo.

Vi ligeramente la sombre del hombre que le disparó y saque mi pistola para disparar hacía esa dirección, intentado con suerte, darle al asesino.

Eros...¿quieres amar?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora